Fue una historia de amor que acabó en tragedia. Los restos de la escritora Sanmao, que se encuentran en Taiwán, y los de su pareja, el submarinista José María Quero, que reposan en el cementerio municipal de Santa Cruz de La Palma, podrán estar juntos “simbólicamente” gracias a la intervención artística que el creador Alberto Cabrera realizará en el camposanto capitalino, bajo el título 'Dos orillas', a propuesta del Ayuntamiento y del Cabildo. “Quiero unir a una pareja separada por la muerte y el mar que se halla en dos islas distantes”, según explica en su proyecto 'Dos islas, dos paraísos, dos tumbas'.
Sanmao, autora de una producción literaria integrada por más de una veintena de libros, “es hoy una de las firmas chinas más populares entre el gran público, juvenil y adulto, con una obra que se centra tanto en elementos ficticios como autobiográficos”, informa el Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma. “Durante la década de 1980 sus libros se vendieron a millares y en Taiwán su nombre figuró siempre en las listas de obras más vendidas”, asegura. Junto a los valores literarios, Sanmao se configuró “como un icono de la nueva mujer china y pionera en la divulgación de la cultura hispánica en la comunidad china contemporánea”.
En 1974 Sanmao contrajo matrimonio con José María Quero, un submarinista profesional natural de Jaén. “A principios de 1979, la pareja se trasladó a La Palma, donde surgió una nueva posibilidad laboral en las obras de ampliación del puerto de Santa Cruz de La Palma. El 30 de septiembre de ese mismo año Quero perdía la vida mientras practicaba submarinismo en la costa norte de la Isla. Su cuerpo fue hallado un día después a 15 metros de profundidad. Sanmao, destrozada, abandonó la Isla de inmediato, no sin antes encargar el cuidado y la decoración de la sepultura, que quiso embellecer con callaos y guijarros marinos”, recuerda.
El cementerio de Santa Cruz de La Palma ha recibido la visita de viajeros chinos interesándose por la figura de José María Quero, puesto que “todo lo que tiene que ver con Sanmao goza de una enorme popularidad y despierta gran interés en aquel país”, señala.
Una parte de la novedosa intervención artística que ejecutará Alberto Cabrera en el cementerio capitalino, y que se sumará a la colección de monumentos funerarios clásicos que ya forman parte del recinto, está inspirada “en el mes de enero, cuando fallece la escritora Sanmao”. El creador palmero contempla “colocar un cristal azul marino (simbolizando al mar que los separa) con la imagen de la isla de Taiwán, donde se encuentra la sepultura de la escritora”. “Este cristal se dispondrá de tal manera que, llegado enero, su sombra (en azul) se proyecte sobre un pequeño estanque unificando ambos mares en una misma orilla”, explica el creador. Del fondo de este estanque irán surgiendo “cantos rodados a modo de camino adoquinado que conducirá hasta los restos de José María, y que, en algunos puntos, desaparecerá para respetar en su recorrido la intimidad de las otras sepulturas”. Los guijarros, señala Alberto Cabrera, son “un símbolo del mar y su orilla, un espacio que representó todo un mundo para José María, y también un elemento al que recurrió Sanmao en alguna ocasión como soporte para crear”. El montaje artístico contará con un panel explicativo en español y en chino y un fragmento del poema de Sanmao El Olivo: “No me preguntes de dónde vengo./ Mi origen es muy lejano./ ¿Por qué vagabundear tan lejos?”.
Cabrera, para la otra parte de su propuesta, ha pedido a una docena “de artistas de las letras y trabajadores de la palabra” que realicen “un pequeño ofrecimiento en un canto rodado blanco (como solía hacer Sanmao a sus amigos) para depositarlo junto a una fotografía de la pareja”. A esta iniciativa se han sumado Antonio Abddo, Anelio Rodríguez, Antonio Arroyo, Antonio Tabares, Elsa López, Inmaculada Hernández, Loló Fernández, Luis Cobiella, Maiki Martín, Mónica Díaz, Nicolás Melini y Víctor Hernández Correa.
Entre los elementos que Alberto Cabrera integrará en su creación 'Dos orillas' se encuentran una fotografía de José María y Sanmao colocada en un marco blanco acristalado; los ya citados cantos rodados, como símbolos de la espuma del mar, y un bucio sobre cristal azul marino, que simula el sonido del mar y que “se encuentra en el mundo amado por José María”. El arte logrará así unir para siempre a una singular pareja que la muerte rompió en La Palma hace 34 años.