La información que ha publicado este miércoles el periódico El País (y de la que se ha hecho eco este medio) sobre la localización de dos fallas activas en La Palma que dieron origen a la última erupción volcánica, ha causado cierta inquietud. Sin embargo, el autor del estudio, el geólogo Miguel Ángel Rodríguez-Pascua, perteneciente al Instituto Geológico y Minero de España (IGME)-Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha manifestado a este periódico que quiere transmitir “un mensaje de tranquilidad” a la población porque “lleva conviviendo con esas fallas desde siempre, pero no lo sabía, y si no lo sabía hasta ahora, influye, pero no tanto”.
“Y por qué pido tranquilidad, pues porque son fallas que se mueven, pero tienen un movimiento lento y ese movimiento lento afecta a la superficie y va a afectar a las casas que estén encima, y algunas de ellas llevan reparando grietas desde los años 80 y son perfectamente habitables”, ha subrayado. “No es el apocalipsis, lleváis toda la vida con esas fallas, pero no lo sabíais, así que no es problemático”, ha remarcado Rodríguez-Pascua. “Ahora sí que sabemos por qué se fracturan algunas casas y eso es muy importante, y lo que hay que tener en cuenta es eso para no construir encima, porque se va a rajar la vivienda”, ha añadido.
Este científico ha explicado que “las dos fallas pasan por la zona principal del cono, se cruzan ahí, y la de Mazo es prácticamente este-oeste, pasa de un lado a otro de la isla, y la de Tazacorte va desde este municipio hacia el cono y pasa hacia el otro lado de la isla”. “Ya estaban esas fallas en La Palma antes de que el homo sapiens pisara Canarias”, comentó para dar tranquilidad.
“Estas dos fallas condicionaron la erupción, porque se abrieron un montón de bocas eruptivas, centros de emisión; no solo hay un punto de emisión que es el cono principal del Tajogaite, sino que hay más de 50 puntos de emisión que están alineados con la falla”, ha expuesto.
“Habría posibilidades de que, en algún punto de esas trazas, en un futuro, no sabemos cuándo, se podría producir una erupción, por eso hay que estar vigilantes con la sismicidad, como se hace habitualmente”, remarcó.
Las dos fallas activas de La Palma son las primeras que se localizan en Canarias, aunque, precisó Rodríguez-Pascua, “en Lanzarote, por ejemplo, puede verse cómo los conos están alineados y es porque están sobre fallas, pero no se han estudiado”. “Lo que hay que hacer es estudiar este tipo de fenómenos, aumentar el conocimiento a través de la investigación”, concluyó.