Cuatro ensordecedoras salvas dispararon en la tarde de este miércoles los cañones de hierro del Castillo de la Virgen de Santa Cruz de La Palma para despedir al artillero Francisco Hernández Rodríguez, fallecido ayer a los 79 años, un personaje popular de las fiestas lustrales que desde su juventud se encargó de cumplir las órdenes que recibía del barco en el tradicional Diálogo entre el Castillo y la Nave.
En un emotivo acto, el féretro de Francisco Hernández Rodríguez, portado por sus familiares, fue trasladado hasta el Castillo de la Virgen, en La Encarnación, para recibir un homenaje póstumo con el disparo de cuatro salvas.
Uno de sus hijos, Paco Hernández, jefe de la Unidad Canina de Rescate de Ayuda en Emergencia Anaga (AEA), recordó a LA PALMA AHORA que su padre siempre “nos inculcó” las tradiciones de las fiestas lustrales. Los que hacemos este digital transmitimos nuestras condolencias a su familia, especialmente a su hijo Paco, por la desaparición de un palmero que formó parte, prácticamente durante toda su vida, de La Bajada de la Virgen. Descanse en paz.