El telescopio robótico Liverpool cumple 15 años en El Roque y se consolida como pilar del proyecto educativo ‘Peter’

El Telescopio Liverpool (TL), emplazado en el Observatorio de Astrofísica del Roque de Los Muchachos, en las cumbres de Garafía, acaba de celebrar 15 años de observación robótica continua del Universo, informa el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Sus primeras observaciones “totalmente autónomas se realizaron con éxito el 22 de abril de 2004 y comenzaron a hacerse de forma rutinaria en diciembre del mismo año”. 

Desde entonces, añade, el TL, operado por la Universidad Liverpool John Moores, “ha permitido a la comunidad astronómica profesional hacer ciencia puntera”. Poco tiempo después, “este ojo de dos metros de diámetro se abrió también a las comunidades educativa y amateur para que pudieran descubrir el cielo nocturno y estudiarlo como nunca antes habían imaginado”.  El TL, destaca la revista Astronomía en el artículo central de su número de mayo, “es uno de los pilares del Proyecto Educativo con Telescopios Robóticos (Peter).

A través de la web del proyecto  Peter, indica el IAC, “la comunidad educativa tiene acceso a telescopios robóticos de última generación, pudiendo solicitar observaciones astronómicas y desarrollar proyectos científicos”. 

El TL, explica el IAC, es un telescopio en el rango visible con un diámetro de 2 metros, construido especialmente para su uso robótico. Está dedicado especialmente al estudio de fenómenos astronómicos variables, “fuentes que varían en escalas de tiempo de segundos a años”. Estos incluyen “las estrellas variables, discos de acrecimiento alrededor de agujeros negros, estrellas de neutrones, enanas blancas, cuásares y núcleos galácticos activos, lentes gravitatorias y objetos en movimiento como asteroides y cometas”.  Subraya que “de especial interés en este telescopio es su rapidez para detectar fenómenos transitorios como las novas, supernovas y las contrapartidas ópticas a las explosiones de rayos gamma”. Estas son las fuentes de energía “más brillantes del universo, y su brillo permite observarlas a pesar de las grandes distancias y altos corrimientos al rojo, siendo observables poco tiempo después de que tengan lugar”.

La universidad Liverpool John Moores opera el telescopio, “pero el tiempo de observación está disponible para las comunidades española e inglesa a través de su comité de asignación de tiempo estándar, y para el resto de los astrónomos europeos a través de Opticon”.