Salvamento Marítimo ha rescatado hoy a más de 400 personas en la ruta migratoria hacia Canarias. Todas ellas han llegado a Lanzarote desde distintos puntos del continente africano. Entre ellos, Tan Tan y Sidi Ifni. En el camino ha perdido la vida una niña de siete años. Su madre ha relatado al llegar al muelle de la Cebolla, en Arrecife, que su hija se hundió en el océano cuando la barcaza en la que las dos viajaban volcó. Ambas estaban unidas por un pañuelo, que se soltó por el golpe de las olas. Poco tiempo después, el helicóptero Helimer de Salvamento logró rescatar a ocho personas que estaban en el agua.
Una de ellas era un niño de seis años que se encuentra en estado crítico y ha tenido que ser trasladado a Gran Canaria de urgencia. El pequeño también viajaba con su madre en la patera que volcó. ''La mujer llegó a tierra firme con una crisis de ansiedad'', han relatado a esta redacción fuentes sanitarias. El resto de ocupantes de esta embarcación precaria presentaban también signos de hipotermia.
Muchas de las personas asistidas este viernes tenían heridas graves en los pies. ''Hay un tipo de quemadura química que se produce por la mezcla de gasolina y agua salada. El combustible que usan este tipo de embarcaciones tiene un plomo tan tóxico que ni siquiera se puede vender en Europa'', añaden las mismas fuentes sanitarias.
Un CATE con 200 plazas
Cruz Roja ha confirmado a esta redacción que todos los supervivientes han sido derivados al Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Arrecife. ''Las personas han salido casi todas al CATE y están haciendo un esfuerzo para intentar filiarlos lo antes posible. Esta noche se quedan todos en el CATE'', han señalado desde la ONG. Allí los migrantes pueden pasar un máximo de 72 horas, en las que los agentes de la Policía Nacional realizan la filiación.
Este recurso fue instalado por el Ministerio del Interior en la capital lanzaroteña en octubre de 2021 y no tiene capacidad suficiente para acoger a las 432 personas que han llegado en las últimas horas a la isla. Según los datos ofrecidos por la cartera de Fernando Grande-Marlaska en el momento de la construcción del CATE, el recurso dispone de 200 plazas.
Este periódico ha preguntado a Interior si los migrantes podrán ser derivados a otros CATE del Archipiélago. Desde el Ministerio han remitido a la Delegación del Gobierno. Desde la Delegación han respondido que ''se están poniendo en marcha todos los recursos para agilizar el procedimiento de derivaciones y se están realizando reseñas inmediatas a las personas más vulnerables''.
''Es móvil, susceptible de ser montado y desmontado de forma rápida para ser utilizado en otras partes. Forma parte de las infraestructuras puestas en marcha desde 2020, junto con el CATE de Barranco Seco y el próximo CATE móvil de Fuerteventura“, explicó entonces Interior. El presupuesto para la creación de este recurso sale de una partida de 13,5 millones que la Unión Europea otorgó a Interior para reforzar la atención policial a los supervivientes de la ruta canaria.
Hasta que se instalaron estas carpas en Arrecife, las personas llegadas en pateras y neumáticas a Lanzarote pasaban sus primeras horas en una nave industrial precaria. En ella no había baños ni camas suficientes. Las mujeres, los hombres y los niños allí alojados tampoco tenían acceso a duchas.