El cuerpo del joven migrante de 22 hallado muerto en el hotel Waikiki, del sur de Gran Canaria, no presenta signos de criminalidad. “Hasta que no se realice la autopsia, no se puede determinar la causa de la muerte”, ha subrayado la Delegación del Gobierno a Canarias Ahora. Fuentes judiciales han apuntado que el resultado de la autopsia no se conocerá hoy, pero “todo apunta a que fue un infarto”. Estas mismas fuentes han explicado que se han mandado muestras al hospital para hacerle una prueba PCR.
El cadáver del joven de nacionalidad marroquí fue localizado este lunes por la noche, después de que sus compañeros le echaran en falta durante todo el día, tal y como adelantó la Cadena SER. Él, como otras 6.000 personas más, permanecía alojado de forma provisional en complejos hoteleros del sur de la isla, vacíos a causa de la pandemia y habilitados como espacios de acogida.
Todos ellos permanecían bajo un encierro de 48 horas, recomendado por Cruz Roja y solicitado por las fuerzas de seguridad, ante el “riesgo de ataques”, después de que el sábado tuviera lugar una concentración xenófoba de vecinos de Mogán a las puertas de un hotel para increpar a los migrantes que allí se hospedaban. “¡Fuera moros!, ¡van a pagar, cabrones!, ¡abusadores!”, gritaban.