La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha lamentado que la Audiencia de Las Palmas haya archivado la denuncia sobre el trato que recibieron los inmigrantes en 2020 en el campamento de Arguineguín (Gran Canaria) porque “las políticas inhumanas nunca deberían quedar impunes”.
En un auto conocido este lunes, la Audiencia reconoce que las condiciones de hacinamiento que soportaron quienes pasaron por el muelle de Arguineguín hasta que se desmanteló el campamento fueron “lamentables” y “pésimas”, pero sostiene que “no se pudo actuar de otra forma”, dada la falta de recursos de acogida, el alto número de rescates y las limitaciones que imponía la pandemia de covid.
A juicio de los magistrados, en lo que ocurrió en Arguineguín no cabe apreciar ni detenciones ilegales ni delito de trato degradante.
A través de su coordinador en Canarias, Juan Carlos Lorenzo, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado denuncia que el campamento de Arguineguín, donde llegaron a amontonarse más de 2.500 personas en un espacio muy reducido, fue “la más lamentable representación del fracaso de la política migratoria”.
CEAR rechaza además que la presión migratoria que afrontó Canarias en el verano y otoño de 2020 fuera “imprevisible”, porque la ruta de las pateras que conduce a las islas ya venía creciendo desde meses atrás y existía un informe de la Agencia Europea de Fronteras (Frontex) de febrero de 2019 que advertía de lo que podría pasar.
Tampoco acepta que se recurra a la pandemia como argumento exculpatorio: “Todos esos elementos que complican la situación”, replica Lorenzo, de ningún modo pueden utilizarse para justificar ni el trato inhumano, ni la transgresión de nuestra propia legalidad“.
“Situaciones como la falta de asistencia letrada, como la nula identificación de perfiles de especial vulnerabilidad, como las retenciones ilegales superiores a 72 horas, como las condiciones inhumanas e insalubres en las que mantuvimos a las personas en el muelle, se dieron en Arguineguín y reflejan un trato inhumano y transgresión legal”, advierte CEAR.
Diferentes ONG, desde CEAR hasta Human Rights Watch, y también el juez de vigilancia del Centro de Internamiento para Extranjeros de Gran Canaria, Arcadio Díaz Tejera, denunciaron durante meses la situación de Arguineguín, donde las personas que rescataba Salvamento dormían sobre el suelo -a veces al raso- durante días, hasta que se les asignaba un recurso de acogida, y donde algunos llegaron a permanecer retenidos hasta tres semanas.
El campamento se clausuró a finales de noviembre, después de que el Defensor del Pueblo enviase un requerimiento legal al Ministerio de Interior para conminarle a tomar medidas.