CEAR ofrece adaptar sus centros para acoger a los menores solicitantes de asilo atendidos en Canarias

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) ha ofrecido este martes adaptar sus centros de protección para acoger a los menores solicitantes de asilo de Canarias. La ONG ha propuesto esta medida para dar cumplimiento al requerimiento del Tribunal Supremo, que pidió al Estado que se hiciera cargo de los menores refugiado acogidos en la red de protección canaria. El Alto Tribunal fijó el 26 de marzo un plazo ''improrrogable'' de diez días para que el Gobierno central garantizara el acceso y la permanencia en el Sistema Nacional de Acogida de Protección Internacional a los jóvenes que hayan solicitado la protección internacional en las Islas o que hayan manifestado su voluntad de hacerlo.
La directora general de CEAR, Mónica García, ha señalado que, ''en unas circunstancias normales'', los menores y los adultos deben estar en sistemas de protección diferentes. Sin embargo, ha planteado la opción de ofrecer sus recursos como medida ''urgente'' para atender a los niños y adolescentes refugiados. ''Estamos disponibles a hacer adaptaciones dentro de nuestros centros, adaptaciones que nos requiera el propio Ministerio, para dar una salida con carácter urgente y temporal a la situación que se vive en Canarias“, añadió.
Por otro lado, García subrayó que el camino que debe seguirse es aplicar la reforma de la Ley de Extranjería, ya aprobada por el Congreso de los Diputados. ''Por encima de la condición de solicitante de protección internacional de un niño y de una niña está la condición de menor, que a la hora de la intervención social es mucho más determinante que el hecho de que sea solicitante de protección internacional“, apuntó.
Desde CEAR abogan por trabajar con pisos de transición a la vida adulta para jóvenes que vayan a cumplir los 18 años. “Habría que trabajar la transición a la vida adulta en modelos de acogida, de intervención, de tal forma que un niño que ya viene trabajando un itinerario de integración o una integración en un determinado lugar no tenga que entrar al sistema de asilo”, ha explicado Mónica García.
A juicio de CEAR, que estos jóvenes entren directamente en el sistema de protección internacional les hace “retroceder” en su proceso de integración. Si bien, García ha apuntado que, si no hay alternativa, “es mejor entrar en el sistema de protección internacional que quedar en situación de calle”.
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