El llanto del bebé migrante que volvió a conmover al muelle de Arguineguín
La expectación en el muelle de Arguineguín en la tarde de este miércoles recordaba a los días de noviembre donde la llegada de migrantes era diaria. Un amplio despliegue policial y de personal de Cruz Roja esperaba con atención la llegada de dos grupos de personas rescatadas por Salvamento Marítimo en sendas embarcaciones. Voluntarios y trabajadores de la ONG estaban en guardia después de la noche fatídica que vivió el sur de la isla en la noche de este martes, cuando una niña maliense tuvo que ser reanimada a pie de puerto por dos enfermeros. La menor sufrió una parada cardiorrespiratoria con una hipotermia severa. Esta tarde, el llanto de otro bebé volvió a sobrecoger a Arguineguín, que presenció la llegada de 84 personas rescatadas en dos embarcaciones, entre ellas cuatro niños.
En torno a las 19.00 horas, desembarcó en el puerto el primer bebé. Un miembro de Cruz Roja lo cogió en sus brazos y lo abrigó a toda prisa con una manta roja. Mientras su llanto no dejaba de sonar, otros tres niños bajaron de la Guardamar Concepción Arenal. Le siguieron 18 mujeres y 14 hombres que apenas podían mantenerse en pie. Uno de los jóvenes fue acompañado hasta la carpa por una trabajadora que no dejaba de acariciar su espalda para darle calor. Otros tuvieron que atravesar el muelle en una silla de ruedas al no poder caminar tras estar varios días en una embarcación precaria en mitad del mar.
Otro de los ocupantes de la primera embarcación rescatada por Salvamento Marítimo al sur de Gran Canaria murió este martes, y su cuerpo fue tirado al mar.
También desembarcaron en el puerto de Arguineguín los 48 ocupantes del segundo cayuco localizado en la ruta canaria en las últimas horas. Según ha informado el 1-1-2, dos hombres y una mujer embarazada tuvieron que ser trasladados a un centro hospitalario. De acuerdo con lo publicado por la agencia Efe, uno de los migrantes tenía una fractura y otro tenía una hipotermia.
En la tarde de este miércoles también ha sido localizada en Lanzarote una patera con 30 hombres y una mujer procedentes de Marruecos. Los migrantes, entre los que hay al menos dos menores, desembarcaron en el muelle de Las Cebollas, en Arrecife, en buen estado de salud.
Dentro de las dos carpas de Cruz Roja, instaladas en el asfalto sobre el que hace unos meses se hacinaron al menos 2.000 personas, los recién llegados observaban con inquietud las bolsas que les entregó la ONG. También pudieron comer algo. El siguiente paso es realizar su filiación en el CATE de Barranco Seco, un campamento policial instalado en Las Palmas de Gran Canaria donde los migrantes solo pueden estar 72 horas.
Este desembarco duró al menos 40 minutos. En torno a las 19.45, el último hombre que quedaba en el barco de Salvamento Marítimo no paraba de mirar cómo sus compañeros bajaban cansados de la Guardamar. Cuando él descendió, el muelle comenzó a vaciarse. A lo lejos aún se oía llorar a uno de los bebés. Un sonido que recuerda que la ruta canaria, la más mortal de España, sigue activa.
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