El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido la política migratoria que realiza su departamento “desde 2018” y cree que la situación de hacinamiento de migrantes vivida en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria) ha sido consecuencia de una situación “extraordinaria” y “excepcional” ocurrida en 2020 y no por “falta de política migratoria”.
Preguntado por el diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, sobre esta materia, en su comparecencia ante la Comisión de Interior del Congreso, Grande-Marlaska ha reconocido que lo ocurrido “en el último trimestre del año pasado” en Canarias no le habría gustado que ocurriera, pero ha negado que se trate de unos hechos consecuencia de la “falta de previsión” del Ejecutivo.
“Nosotros estamos haciendo política migratoria”, ha insistido, para indicar que antes de la pandemia se estaba trabajando en la posibilidad de que “el Atlántico podría ser una salida que había que contener” y donde “controlar a las mafias”, entre otras cuestiones.
Sin embargo, ha señalado, a partir de marzo, la pandemia impactó en todo el mundo y, especialmente, a aquellas economías “con menos músculo”, motivando, por tanto, “las salidas en mayor medida de los países de origen de estas personas”.
Es por eso, ha insistido en su comparecencia, que a su juicio la situación vivida en Canarias ha sucedido por “circunstancias excepcionales” y frente a “acontecimientos extraordinarios”, y así lo indicó también, ha señalado, el Defensor del Pueblo en su informe sobre este tema, a pesar de que le escrito también contenía críticas por la situación de los migrantes en el muelle.
El ministro ha explicado que el Defensor hizo “un diagnóstico” y se “refirió al trabajo importante” realizado por el Gobierno “para dar protección a los derechos y libertades de las personas migrantes” y, en este sentido, ha negado que alguien de los allí rescatados estuviera “privado de libertad más del tiempo imprescindible, necesario y en los términos legalmente concurrentes”.
También se ha referido a las denuncias por falta de transparencia del Gobierno, impidiendo visitas de cargos y personalidades al nuevo campamento habilitado en Barranco Seco. Grande-Marlaska ha negado que se nieguen estas visitas, pero sí ha señalado que son muchas las solicitudes y que lo preferible sería organizar delegaciones o grupos para que estas situaciones afecten lo menos posible al trabajo que realiza allí el Tercer Sector y también a la propia intimidad de los propios migrantes.
En su intervención, el responsable de Interior ha defendido, por otra parte, la política de retorno como “ineludible” dentro de las acciones migratorias, siempre, ha precisado, garantizando “la protección internacional de los que tienen derecho” a ello.
En este sentido, y sobre los traslados de migrantes de Canarias a la Península, ha indicado que se trata de personas “vulnerables” y “susceptibles de protección internacional” y ha explicado que, en la actualidad, se han visto influidos por las “situaciones de confinamiento” que tienen los distintos territorios.
En cuanto al resto de migrantes que no cumplen con estos requisitos, ha indicado, serán retornados a sus países de origen “dentro de los parámetros de legalidad” y en colaboración y cooperación con los terceros países.
Para finalizar, el titular de Interior ha rechazado los discursos “xenófobos” de la ultraderecha que, a su juicio, banalizan el procedimiento de devolución con respuestas sencillas sobre repatriar a los migrantes a sus países. “Espero que estos discursos no se impregnen en la sociedad”, ha concluido.