La Red Canaria por los Derechos de las Personas Migrantes ha condenado este domingo, como han hecho otras entidades en varias ciudades de España, el “asesinato a manos de la policía marroquí”, de una joven migrante subsahariana que pretendía llegar a Canarias en una patera con otras 35 personas.
Ante el Consulado de Marruecos, en Las Palmas de Gran Canaria, la portavoz de esta organización, Koldovi Velasco, acompañada por una veintena de personas, la mayoría de ellas identificadas por efectivos de la Policía Nacional, ha considerado que los gobiernos de Marruecos y España son “responsables de este asesinato”.
Con esta protesta, este colectivo también ha querido “denunciar que el control migratorio está siendo criminal, que las fronteras están matando, no solo a las personas desaparecidas en ruta o en el mar, sino que también las políticas migratorias están asesinando directamente a personas antes de salir del territorio africano”, como le ocurrió este lunes a esta joven.
Para la Red Canaria por los Derechos de las Personas Migrantes, “la externalización de las fronteras está siendo un elemento brutal, que forma parte de esta criminalización de las personas migrantes en el ejercicio de su derecho a migrar”, ha referido Velasco.
La portavoz de este colectivo ha manifestado que, tanto los testimonios de quienes iban a ser sus compañeros de patera, como los recabados “a pie de playa” por la ONG Caminando Fronteras, confirman que esta mujer “recibió -de un policía marroquí- un tiro en el pecho por el que falleció y que otras tres personas también sufrieron heridas graves”.
Preguntada por las declaraciones del máximo responsable marroquí de migraciones, Khalid Zerouali, quien ha afirmado que la ayuda de 500 millones de euros a siete años dada por la UE a Marruecos para luchar contra la migración irregular “está por debajo” de lo que quiere el país magrebí y no cubre sus gastos, que estima en 427 millones anuales, Koldovi Velasco ha reiterado que la Red canaria a la que representa “rechaza cualquier dinero” que sirva “para contratar a matones en lugares distintos al Estado español para que asesinen, torturen, violen derechos y que eso no lo veamos en este supuesto primer mundo”.