Un coche bomba contra una comisaría de la Ertzaintza causa siete heridos

La organización terrorista ETA ha atentado por segunda vez la madrugada de este domingo en el País Vasco con la colocación de un coche bomba contra la comisaria de la Ertzaintza en Ondarroa (Vizcaya), que ha causado siete heridos, aunque ninguno de gravedad.

Tras haber atentado a la medianoche con otro coche bomba contra la sede de la Caja Vital en Vitoria, que no causó heridos, a las cuatro y media de la madrugada otro vehículo bomba ha explosionado delante de la comisaría de la policía vasca en Ondarroa, un pueblo pesquero de diez mil habitantes, situado en el límite de Vizcaya con Guipúzcoa.

El departamento de Interior vasco ha informado de que son siete los heridos trasladados a centros hospitalarios tras la explosión del coche-bomba, si bien, al parecer, ninguno de ellos reviste gravedad.

Sin aviso previo, la explosión ha causado importantes daños materiales en el edificio de la comisaria. Se pueden apreciar tres grandes boquetes en la fachada de ladrillo, así como daños en coches aparcados y la rotura de cristales en viviendas, restaurantes y comercios de los alrededores.

Además de las siete personas que han tenido que ser evacuadas a centros hospitalarios, tres agentes y otras cuatro personas que pasaban por el lugar, los servicios sanitarios han atendido en el lugar a diversas personas con cortes y pequeñas lesiones.

Según ha informado fuentes de la investigación, los terroristas colocaron el vehículo con la carga explosiva en las proximidades de la puerta de acceso del edificio de la policía vasca, que se encuentra entre un río y la carretera de acceso a la citada localidad, y se dieron a la fuga.

Por el momento, la Ertzaintza mantiene acordonada la zona y con la luz del día los agentes han comenzado a recoger evidencias del atentado.

También en Vitoria la zona en la que explosionó el coche bomba contra la sede central de la Caja Vital continúa acordonada por la mañana, como ha estado toda la noche, por lo que todavía no se pueden comprobar con exactitud los daños causados en el edificio, cuya fachada es de cristal.

El cordón policial está situado a un kilómetro de la zona de la explosión, lo que no permite apreciar los daños sufridos por el edificio objeto del atentado, aunque las primeras informaciones facilitadas por la entidad de ahorros apuntan a que los daños son cuantiosos en la fachada y no está afectada la estructura.