MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El portero del Real Madrid, Iker Casillas, y el alumno que cargó contra los sindicatos fueron este viernes los protagonistas de la lectura ininterrumpida de la Constitución que se celebró en el Salón de Plenos del Congreso con motivo del 31 aniversario de la Carta Magna.
A las once de la mañana, y tras una prolija explicación del presidente del Congreso, José Bono, sobre la importancia del texto constitucional, alumnos de 16 centros educativos de Madrid, Avila, Salamanca, Toledo y Castellón fueron subiendo uno a uno a la tribuna de oradores para dar lectura a uno de los 168 artículos de la Carta Magna.
De igual modo también participaron los portavoces del PSOE y del PP en el Congreso, José Antonio Alonso y Soraya Sáenz de Santamaría, y los diputados de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, y de Unión del Pueblo Navarro (UPN), Carlos Salvador. Como luego sucedería con la treintena de personajes del mundo del deporte y el espectáculo que por primera vez tomaron parte en esta lectura, todos ellos fueron aplaudidos por los asistentes a este acto.
La sorpresa de la jornada la dio un estudiante del colegio católico concertado Asunción Cuestablanca, del norte de Madrid, que aprovechó la lectura de su artículo para cargar contra los sindicatos, a los que acusó de “bailar el agua” al presidente del Gobierno por no convocar una huelga en esta situación de crisis. Tras el acto, el joven rehusó hablar con la prensa: “No hago declaraciones”, dijo.
HOMENAJE AL ABUELO EMIGRANTE
También se salió del guión otro estudiante, pero en esta ocasión para dedicar unas palabras a todos aquellos españoles que, como su abuelo, “tuvieron que abandonar España por circunstancias políticas o económicas”. Según explicó después, su abuelo siempre le dijo que lo pasó muy mal cuando tuvo que emigrar a Alemania en 1968 y, después del episodio de los sindicatos, se decidió a improvisar en la tribuna del hemiciclo. “Hay libertad de expresión, ¿no?”, dijo.
Ante estos hechos, la vicepresidenta primera del Congreso, la socialista Teresa Cunillera, tuvo que interrumpirles y retirarles la palabra para evitar que el acto en conmemoración del 31 cumpleaños de la Constitución diera pie a que todos los estudiantes se animasen a seguir su ejemplo.
Eso sí, no les reprochó su actitud. Es más, la propia Cunillera valoró después como hechos “simpáticos” y “graciosos” que ambos estudiantes se expresaran libremente y admitió que no le había incomodado “para nada”. “A los jóvenes los quiero rebeldes”, llegó a admitir en tono jocoso.
El arco parlamentario, sin embargo, comenzó a revolverse cuando empezaron a desfilar los cerca de treinta invitados 'famosos' por la tribuna de oradores. Los más ovacionados por la 'grada' fueron el portero del Real Madrid, Iker Casillas, cuya simple entrada en el hemiciclo ya alteró el auditorio, y el presidente del equipo blanco, Florentino Pérez. Se esperaba la presencia de su capitán, Raúl González, pero no pudo asistir a esta lectura porque su mujer, Mamen Sánchez, estaba dando a luz.
También causó expectación el grupo donostiarra 'La Oreja de Van Gogh', cuya vocalista, Leire confesó los “nervios” que había sentido al subir a la tribuna. Su compañero Álvaro definió la Constitución como un acuerdo en el que todos los españoles se pueden encontrar “bastante bien”, aunque admitió que podría pensarse en “mejorarla” cuando estén “totalmente cubiertos derechos como el pleno empleo o una vivienda digna”.
IMITANDO A ZAPATERO
Por su parte, el actor Joaquín Reyes, uno de los creadores del programa de humor 'Muchachada Nui', consiguió arrancar las sonrisas del respetable cuando comenzó a imitar el característico movimiento de brazos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mientras leía su artículo.
Encendidos aplausos también cosecharon el actor y humorista Flipy, del programa 'El Hormiguero', el campeón de motociclismo 250 cc en 2008, Álvaro Bautista; el bicampeón del Tour de Francia, Alberto Contador, y los hermanos Muñoz, componentes de 'Estopa', que compartieron risas y bromas con el portavoz socialista, José Antonio Alonso, y quienes manifestaron que el acto había sido “muy respetuoso”. “Huele a Iglesia”, bromearon a la salida de su intervención en el hemiciclo.