MADRID, 01 (EUROPA PRESS)
La nueva Estrategia Española de Seguridad que aprobará el viernes el Consejo de Ministros alerta de que un aumento de la “implicación” de España en misiones internacionales incrementaría su percepción como objetivo del terrorismo. Además, este plan considera que ETA está “más cerca que nunca” de su final y aboga por que su única salida es el abandono definitivo de la violencia o la derrota policial y judicial.
Este documento al que ha tenido acceso Europa Press establece una serie de circunstancias por las que “la percepción de España como blanco del terrorismo internacional puede verse incrementada”. La primera es “el aumento de su implicación en misiones internacionales” y también se destaca “la proximidad al Magreb, sometido a considerables y contradictorias fuerzas demográficas, políticas, económicas y de extremismo violento”.
No obstante, a la hora de enumerar medidas que “han mejorado notablemente” la lucha antiterrorista se destaca “la participación de España en misiones internacionales como la de Afganistán que, entre otros logros, están impidiendo que el territorio afgano pueda ser utilizado como base de acciones terroristas contra el territorio e intereses españoles y los de otros países de su entorno”. “Para preservar la seguridad, en ocasiones tendremos que implicarnos en acciones lejos de nuestras fronteras”, advierte este el documento en su inicio.
Otro factor a tener en cuenta, según este plan de seguridad, es “la insistencia de grupos fundamentalistas islámicos en presentar a España como parte del imaginario del Islam con fines proselitistas y de reclutamiento, reivindicando Al Andalus musulmán desaparecido hace más de cinco siglos”. También es motivo de preocupación la existencia de “Estados fallidos” especialmente en el África subsahariana por su “relativa proximidad geográfica” a las costas españolas y en los que se “facilita el desarrollo y las actividades de los grupos terroristas”.
INMIGRANTES DE SEGUNDA GENERACIÓN EN ESPAÑA
Esta Estrategia llama la atención también acerca de “un posible 'efecto contagio' de ideologías radicales en grupos de población originarios de zonas conflictivas asentados en España, sobre todo en residentes de segunda generación”. La creciente interconexión de las actividades del crimen organizado con las acciones y métodos de los grupos terroristas, este de los puntos abordados en el documento.
Por este motivo, una de las propuestas recogidas pasa por “contribuir a superar la brecha y la polarización” entre las sociedades occidentales y el mundo árabe y musulmán, “y apoyar a los elementos moderados, aislando a los más radicales”.
El ex secretario general de la OTAN Javier Solana presentó el pasado lunes este documento ante el Consejo de Defensa Nacional, presidido por el Rey y en presencia del Príncipe. Forman parte de este organismo el presidente del Gobierno, los vicepresidentes, las ministras de Asuntos Exteriores y Defensa, el director del Centro Nacional de Inteligencia y la cúpula militar, entre otras autoridades.
La Estrategia Española de Seguridad era un compromiso del jefe del Ejecutivo, que anunció su elaboración durante su discurso de investidura en abril de 2008. Tras su aprobación por el Consejo de Defensa Nacional, el Gobierno le dará su visto bueno definitivo el próximo viernes, en Consejo de Ministros.
El plan no obvia la amenaza de ETA, “una lacra para España durante más de cuarenta años” pero estima que la banda se encuentra en un momento “en el que el final está más cerca que nunca”. “La única salida para ETA es el abandono incondicional de la violencia o su fin por medios policiales y judiciales”, sentencia.
La nueva Estrategia de Seguridad presta atención también a la lucha contra el crimen organizado, cuya percepción pública “está muy subestimada”. En este sentido, se recuerda la creación del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO) así como nuevas unidades operativas, como la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y los nuevos Grupos y Equipos de Respuesta contra el Crimen Organizado (GRECO y ECO), con especialistas de la Policía y Guardia Civil en este campo.