El fiscal pide 268 años de cárcel para el sobrino de Troitiño

MADRID, 1 (EUROPA PRESS)

El fiscal de la Audiencia Nacional Luis Barroso ha elevado a definitiva su petición de 268 años de cárcel para el etarra Jon Joseba Troitiño Ciria, al considerar “acreditada” su participación en la colocación de dos bombas que explotaron el 22 de julio de 2003 en los hoteles 'Bahía' de Alicante y 'Nadal' de Benidorm con el objetivo de “matar a agentes de la autoridad”.

En su informe definitivo de conclusiones, Barroso ha mantenido que el etarra, sobrino del histórico miembro del 'comando Madrid' Antonio Troitiño, y su compañero Asier Eceiza reservaron habitaciones en estos establecimientos con una identidad falsa y colocaron dos artefactos explosivos con el ánimo de “ocasionar el mayor número de daños”.

Tras las explosiones, que fueron comunicadas previamente a los diarios 'Gara' y 'Levante', sufrieron heridas un total de 14 personas, seis de ellas policías. El fiscal ha esgrimido como principales pruebas la localización de un piso franco en Valencia en el que aparecieron 21 huellas del procesado y 25 de su compañero, que será juzgado cuando sea entregado por las autoridades francesas, y el hecho de que Troitiño fuera reconocido por el recepcionista de uno de los hoteles y la gobernanta del otro.

En concreto, el fiscal acusa al sobrino del sanguinario terrorista de ETA de dos delitos de estragos terroristas (por cada uno de los cuales solicita 17 años de cárcel), seis asesinatos en grado de tentativa contra miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado (19 años en cada caso) y ocho asesinatos en grado de tentativa (15 años cada uno).

“ROSARIO DE PRUEBAS” CONTRA TROITIÑO

La acusación particular, que representa a dos víctimas de las explosiones que reclaman 500.000 euros en concepto de responsabilidad civil, ha destacado la existencia de “un rosario de pruebas” contra el procesado por unos hechos que, según ha dicho, “sembraron el terror en dos localidades turísticas”.

El juicio, que ha quedado visto para sentencia después de que el acusado renunciara a ejercer su derecho a la última palabra, se ha desarrollado ante la Sección Primera de la Sala de lo Penal, que dejó en libertad en abril pasado al tío de Troitiño tras haber cumplido 24 de los 2.746 años de cárcel por los que había sido condenados tras cometer 22 asesinatos.

Durante la primera jornada, que se celebró este martes, testificaron varios víctimas de los atentados, entre ellos un estudiante holandés que estaba aprendiendo español en una academia anexa al hotel de Alicante. “Sentí sangre y pensé: 'Tengo que escapar de aquí'. Pero no podía moverme”, dijo.