El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que inició este martes una ronda de contactos con los grupos para analizar la situación generada tras el atentado de Barajas, recordó a ETA que “sólo le queda un camino”, el de “poner fin a la violencia”. Fuentes del Ejecutivo se remitieron a las palabras de Rubalcaba e informaron de que el Gobierno esperaba un comunicado de la banda terrorista pero rechazaron comentar su contenido porque subrayaron que el único que esperan ahora es el del cese definitivo de la violencia.
El PP exigió al Gobierno que desmienta “de una vez por todas” los compromisos de alto el fuego que, según señala ETA en su comunicado, habrían contraído con el Ejecutivo y calificó la declaración de la organización terrorista como una “burla intolerable y macabra”. En los pasillos del Congreso, su portavoz parlamentario, Eduardo Zaplana, y el secretario de Seguridad del partido, Ignacio Astarloa, coincidieron en afirmar que Zapatero tiene la obligación de hacer un “pronunciamiento inequívoco” para decir a los españoles que “no cabe la más mínima negociación y diálogo con los terroristas”.
En este sentido, Astarloa calificó el comunicado de ETA de “iniquidad” puesto que la banda terrorista “se permite decir que mantiene una tregua mientras pone cadáveres encima de la mesa”.
“Sarcasmo” e “indignante”
El Gobierno Vasco se remitió a la rueda de prensa que el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ofreció durante la mañana de este martes en Vitoria antes de que se hiciera público el comunicado en la que advirtió de que para que haya una nueva oportunidad para la paz “ETA debe decir que la violencia se ha acabado” o Batasuna debe exigirle públicamente que lo haga.
Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, consideró un “sarcasmo” que ETA “llame democrático a un proceso en el que se reserva el derecho de utilizar las armas y el recurso de la violencia”. En esta misma línea se pronunció el portavoz parlamentario de ERC, Agustí Cerdá, quien manifestó tras reunirse con el ministro del Interior que el comunicado de la banda es “de manual, de la factoría de siempre” e insistió en que “la única manera (de ETA) de demostrar que está por la paz es no poniendo bombas”.
El secretario de Organización del PSE-EE, Rodolfo Ares, dijo que “ETA sepultó bajo los escombros de Barajas el alto el fuego permanente y el proceso de paz” y apuntó que el atentado del pasado 30 de diciembre es “mucho más explícito que cualquier comunicado”. Para el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, “da la impresión” de que el comunicado de ETA “está pactado con el Gobierno” y consideró que a Zapatero “le ha gustado” su contenido “porque responde a las claves políticas que ha barajado en las últimas comparecencias públicas”.
El dirigente de Ezker Batua (EB) Mikel Arana subrayó que a ETA “no le queda más alternativa que anunciar el cese definitivo de la violencia, entregar las armas y desaparecer”, ya que “incluso una parte significativa de la izquierda abertzale aboga por su retirada de escena”, añadió. Por su parte, el dirigente de Batasuna Joseba Permach afirmó en San Sebastián no “haber acordado con nadie” la petición en la que el portavoz de la formación ilegalizada, Arnaldo Otegi, instó el pasado lunes a ETA que mantuviera “intactos” los compromisos del alto el fuego permanente.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) consideró “indignante” que ETA afirme que el alto el fuego sigue vigente después del atentado de Barajas que causó la muerte a dos ciudadanos ecuatorianos y pidió al Gobierno que vuelva al Pacto Antiterrorista y diga que “nunca más volverá a negociar y a rendirse ante los asesinos”.