La mayoría de los peritos apunta a la Goma 2 en el informe final sobre el 11-M

Este nuevo análisis de explosivos, admitido a petición de la defensa de los acusados Jamal Zougam y Basel Ghalyoun, fue entregado en la jornada trigésimo séptima del juicio por el 11-M, en la que otros nueve acusados se sumaron a la huelga de hambre iniciada el pasado jueves por los tres supuestos ideólogos de la masacre y uno de los autores materiales.

Antes de comenzar esta sesión, donde depusieron los peritos que hicieron las pruebas sobre balística, documentoscopia y lofoscopia, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, informó de que Instituciones Penitenciarias había comunicado la decisión adoptada por Rabei Osman El Sayed, Mohaned El Egipcio, Youssef Belhadj, Hassan El Haski y Abdelmajid Bouchar. Gómez Bermúdez les apercibió de que de persistir en su actitud les expulsaría temporal o definitivamente del juicio pero que en ningún caso se suspenderá la vista pues su actitud no está prevista en la legislación española como causa de suspensión, e incluso llegó a expulsar de la sala en dos ocasiones a Belhadj y El Egipcio por los gestos de éstos durante la sesión.

Los nueve acusados que se sumaron a la huelga de hambre son: Jamal Zougam, Mouhannad Almallah Dabas, Mohamed Larbi Ben Sellam, Hamid Ahmidam, Basel Ghalyoun, Otman El Gnaoui, Abdelilah El Fadual, Rachid Aglif y Mahmoud Slimame Aoun, según confirmó Prisiones, y un décimo, Fouad El Morabit, optó, junto con todos los anteriores y los cuatro primeros que iniciaron la protesta, por no comer el menú.

Coincidencia entre ocho especialistas

El informe definitivo de los explosivos fue encargado a ocho peritos: cuatro oficiales -dos de la Guardia Civil y dos de la Policía Nacional- y cuatro de parte -dos de las acusaciones y dos de las defensas- y sus conclusiones deberán ser completadas con la declaración ante el tribunal de los ocho expertos. La coincidencia en los informes individuales de cada perito es que ninguno concreta con total seguridad qué explosivo estalló en los trenes, y la mayoría de ellos apunta a que las muestras de “explosivo intacto” analizadas -las halladas en la furgoneta Renault Kangoo, en los escombros del piso de Leganés y en la vía del AVE de Mocejón (Toledo), son compatibles con dinamita tipo Goma 2 Eco.

Cinco de los ocho expertos consideran que la presencia en las muestras analizadas de sustancias como el dinitrotolueno (DNT) o la nitroglicerina (NG) -ambos componentes del titadyne, habitualmente utilizado por ETA-, puede deberse al proceso contaminante al que se han visto expuestas, en el que puede haber influido el tiempo transcurrido hasta su análisis, los envases en los que se han guardado o el lugar en el que han estado almacenados. Sin embargo, a otros tres peritos de parte la presencia del DNT les lleva a inclinarse por la posibilidad de que el explosivo que estalló en los trenes no fuera Goma 2 Eco -dinamita que según la instrucción de la Audiencia Nacional estalló en los vagones y que supuestamente sustrajo la “trama asturiana” de Mina Conchita- sino que se asemeja más al titadyne.

En concreto, uno de estos peritos llega a afirmar que “la presencia conjunta de DNT, EGDN y NG, componentes de titadyne, indica que es altamente probable que este explosivo (el titadyne) haya estallado en uno de los focos de El Pozo” y descarta la utilización de Goma 2. Las conclusiones de la Guardia Civil precisan que “la composición mayoritaria de todos los explosivos intactos analizados es compatible con la de una dinamita Goma 2 Eco u otras dinamitas goma de base nitrato amónico y nitroglicol” y añaden que “en las muestras mejor conservadas los componentes son los mismos y sustancialmente en los mismos porcentajes, que los de una dinamita Goma 2 Eco”.

“No es posible conocer ni el número ni la naturaleza de los explosivos utilizados en los focos de las explosiones, salvo que posiblemente se trataba de un explosivo de base nitrada”, concluye este estudio. Todos los peritos coinciden en que las muestras aportados han sido insuficientes y poco representativas ya que al haber sido lavadas con agua y acetona no han podido realizarse análisis cuantitativos, por lo que dos de ellos piden que se vuelvan a recoger muestras de “los focos sin lavar”, así como ropa de los viajeros u objetos personales de las víctimas en posesión de sus familiares, para poder efectuar un nuevo examen.