CiU, PNV y BNG están coordinando estrategias de cara a la elaboración de sus respectivos programas electorales, para defender posiciones comunes en determinados temas, como la reforma del Senado o del Tribunal Constitucional (TC), y condicionar en la medida de lo posible al futuro Gobierno español.
Tras reunirse durante casi una hora con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, en la sede de CiU en Barcelona, Mas explicó que, en los últimos meses, las tres principales formaciones nacionalistas de Cataluña, País Vasco y Galicia, que integran la alianza Galeuscat, están “trabajando” para fijar postura común en algunas cuestiones. En concreto, Mas explicó que se intenta unificar posiciones en defensa de un TC con sensibilidad hacia las “naciones históricas” que integran España y de un Senado que funcione como una auténtica “cámara territorial”.
Con la vista puesta en las próximas elecciones generales, Mas destacó la necesidad de que el futuro Gobierno, “especialmente” si es del PSOE, “esté fuertemente condicionado por los votos de los partidos nacionalistas vascos, catalanes y gallegos”, para que no pueda “ahogar aún más las expectativas” de Cataluña, País Vasco y Galicia. En este sentido, Mas hizo un llamamiento al electorado catalanista, “que quiere que Cataluña sea respetada y que el Estado plurinacional sea una realidad”, para que “se den cuenta de que vale la pena” participar en las próximas elecciones para “condicionar” el futuro escenario político en España.
“De los catalanes y vascos depende en buena parte que el futuro Gobierno no dé la espalda a nuestros intereses”, subrayó. Según Mas, “sería completamente irracional y perjudicial: un contrasentido”, que Cataluña diese un espaldarazo electoral a los socialistas o al PP.
Buscando comparaciones con Cataluña, Mas destacó que mientras Ibarretxe tiene las “manos libres” para negociar con el Gobierno español, el presidente de la Generalitat, José Montilla, “ni tiene las manos libres ni tiene influencia en Madrid ni tiene como prioridad la defensa de los intereses catalanes”, porque “depende” del PSOE, lo cual representa “una anomalía”. En su reunión con el lehendakari también abordaron la anunciada consulta vasca y, en este sentido, Mas destacó que coincide con Ibarretxe en defender el “derecho a decidir” de las sociedades vasca y catalana, siendo conscientes de que las realidades en ambas comunidades son “diferentes”.
En su visita de este jueves a Barcelona, el lehendakari tuvo tiempo para protagonizar un almuerzo-coloquio organizado por la fundación Ramon Trias Fargas, pronunciar una conferencia y reunirse con Mas, pero no con el presidente de la Generalitat, José Montilla.
“Mano tendida” a Madrid
Precisamente, Juan José Ibarretxe exigió este jueves a José Luis Rodríguez Zapatero que acepte negociar ahora con él lo que hace unos meses se abrió a discutir con ETA y no dé un “nuevo portazo” político a una oferta de diálogo de las instituciones vascas.
Presentado por el actor catalán Joel Joan, el lehendakari pronunció una conferencia organizada por tres entidades independentistas catalanas -la plataforma Soberanía y Progreso, el Círculo de Estudios Soberanistas y la plataforma Por el Derecho a Decidir-, aprovechando su visita de un día a Barcelona. Tras unas primeras palabras de agradecimiento en catalán a los cerca de 700 asistentes al acto, Ibarretxe inició su discurso, apoyado por una presentación gráfica con diapositivas que incluían datos para ilustrar la trayectoria institucional del autogobierno vasco desde el siglo XIX hasta su última propuesta de consulta popular para el 25 de octubre de 2008.
El lehendakari advirtió de que no aceptará un “nuevo portazo” de Madrid a los planteamientos que democráticamente ponga encima de la mesa la sociedad vasca, después de haber visto en 2005 cómo el llamado plan Ibarretxe era rechazado de plano en el Congreso. Ibarretxe aseguró que su oferta de pacto político y su “mano tendida” a Zapatero es “sincera”, pero en cambio el presidente del Gobierno español dice no estar “dispuesto a negociar” en los términos que propone el 'lehendakari'.
En este sentido, avisó de que si el Gobierno español no acepta ni el diálogo ni su “mano tendida”, el ejecutivo vasco no tirará la toalla. “Seguiremos adelante”, ha afirmado Ibarretxe, que piensa pedir permiso al Parlamento vasco para convocar una consulta que será “legal” aunque no vinculante y que puede servir de “llave” para encontrar la solución al conflicto.