Las ayudas europeas del Posei para compensar los sobrecostes de la agricultura y ganadería canaria se han mantenido congeladas en 268,42 millones de euros anuales desde 2007 hasta ahora, y, según ha expuesto el consejero de Agricultura, Narvay Quintero, deberían estar en 357,27 millones solo por el aumento del IPC.
Quintero ha mencionado esa cifra en el Parlamento de Canarias, durante su intervención en las jornadas Conecta Canarias Europa, en las que se abordan los retos y desafíos del sector primario, que han sido inauguradas este martes por la presidenta de la Cámara regional, Astrid Pérez.
El cálculo de los 357,27 millones que ha planteado Quintero sería un mínimo, porque solo tiene en cuenta la evolución del IPC, pero si se incluye un aumento del 45% en el incremento de costes la revisión del Posei se situaría en 389,21 millones.
Estos cálculos van a ser remitidos a la Comisión Europea para el informe que tiene que presentar en febrero de 2025 de cara a la actualización de este Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad (Posei), para su aplicación en el periodo presupuestario 2027-2035.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria explicó, en su conferencia “El sector primario en Canarias, ¿a qué retos se enfrenta?”, que este cálculo se ha hecho a instancias de la propia Comisión Europea y agregó que una vez conocido el informe final del gobierno comunitario en febrero empezará el trabajo con los grupos del Parlamento Europeo.
Quintero indicó que el sector primario en Canarias ha soportado un incremento del 52% en los sobrecostes en los últimos 17 años.
“Mientras que producir en Canarias es un 44% más caro que en el territorio continental, la ficha financiera del Posei, fijada en 268,42 millones de euros desde 2006, no ha sido actualizada”, lo cual “ha afectado severamente a la rentabilidad y la sostenibilidad del sector”, expuso Quintero.
La renta agraria ha disminuido significativamente en el periodo, de modo que agricultores y ganaderos, a falta de un aumento en las ayudas, han tenido que hacer frente a los sobrecostes disminuyendo sus beneficios, lo que amenaza la continuidad de sus actividades y explica que se abandonen las tierras.
En Canarias hay un 20% menos de superficie cultivada desde 2007 y un 20% menos de explotaciones, lo que contrasta con una reducción del 7,6% a nivel nacional, expuso el consejero.
Narvay Quintero abundó en que las recientes crisis del covid y de la guerra de Ucrania ponen de relieve la importancia de la soberanía alimentaria y del autoabastecimiento, también como herramienta para la diversificación de la producción local.
El consejero situó en este contexto de supervivencia del sector primario las necesidades que hay que reclamar a Europa, no solo en cuanto a la agricultura y la ganadería, sino también en cuanto a la pesca, en cuanto al marco normativo y en cuanto a los acuerdos comerciales con terceros.
Explicó Quintero que mientras que la agricultura y la ganadería cuentan con ayudas directas a través del Posei, el sector pesquero canario no dispone de un programa similar y actúa en las mismas condiciones que el sector pesquero continental, sin que la UE tenga en cuenta las particularidades del archipiélago.
Un Posei pesquero es esencial para compensar los sobrecostes y garantizar su sostenibilidad de la actividad, expuso el consejero.
En cuanto a la política comercial, Quintero consideró esencial la aplicación de la “cláusula espejo”, es decir, que en los acuerdos con terceros países para las importaciones agrarias se apliquen las mismas exigencias que se imponen a los productores locales, porque lo contrario es una “competencia desleal”, en particular con respecto a Marruecos y Mercosur.
Los productos importados no cumplen con las mismas normativas sanitarias, ambientales o laborales que se exigen en Europa, con lo cual los productores locales compiten desigualmente.
Es “la hipocresía europea”, denunció Quintero: muchos productos agrícolas importados han sido tratados con fitosanitarios prohibidos en Europa porque están reconocidos como veneno para la salud de las personas.
En pesca, Canarias aplica técnicas sostenibles y artesanales, pero a pocas millas Marruecos obtiene pescado que exporta a Europa con artes “que no son sostenibles ni artesanales” y afectan directamente al espacio marino.
La solución es implementar “la cláusula espejo” en los acuerdos comerciales, de manera que los productos importados cumplan con los mismos estándares de calidad, sostenibilidad y seguridad que los europeos y se pueda competir en igualdad de condiciones.
Según Quintero, todos los grupos del Parlamento Europeo defienden esa cláusula espejo y exigen que se analice el impacto social y económico de cada acuerdo con terceros países sobre el sector primario europeo, para evitar su desmantelamiento, pero falta que se apliquen esos compromisos.