El presidente del Cabildo de Gran Canaria pide un férreo control en las importaciones y sanciones implacables
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, ha pedido al Gobierno central y al regional un férreo control de la introducción de productos y que sean implacables en la aplicación de sanciones a las entidades que trasgredan la legislación vigente.
En un comunicado, Morales ha hecho esta demanda al rechazar frontalmente el intento de introducir papas de Israel en las Islas en un momentos en el que compiten directamente con la producción local y ponen en riesgo fitosanitario al sector primario.
Morales aplaude “sin ambages las medidas adoptadas para paralizar la introducción de 432.000 kilos de papas en Canarias, a través del puerto de Santa Cruz de Tenerife”, y exige mayor contundencia “en la aplicación de los procedimientos administrativas y penales ante este tipo de hechos”.
El presidente insular considera “inadmisible” que puedan entrar en las Islas productos que no cumplen con la normativa exigida a las producciones propias porque ponen en peligro la salud de la población, de las tierras y de futuras producciones.
Sobre todo en estos momentos en lo que “nos encontramos desarrollando unidos -el mundo agrario, empresas comercializadoras y el Cabildo de Gran Canaria-, una importante campaña de concienciación para potenciar el consumo de productos locales agrícolas, avícolas, ganaderos y pesqueros, subraya.
Y “justo cuando estamos embarcados en un arduo trabajo para buscar nuevos destinos comerciales a las producciones que por motivo del COVID-19 –por el cierre de hoteles, establecimientos de restauración o colegios- han perdido sus puntos de distribución y ventas habituales, sufriendo un excedente del 20 al 25 por ciento”.
El Cabildo asegura que está inmerso en la creación de nuevas fórmulas de comercialización con el impulso de su Mercado Virtual, “todo un éxito en su primera semana de funcionamiento”, y recuerda que ha destinado un millón de euros para compras directas al sector destinadas a las familias más vulnerables, entre otras acciones que están consiguiendo hacer llegar los productos de la tierra a los domicilios de los consumidores.
“Justo cuando es más necesario que nunca que apoyemos y potenciemos a un sector que es imprescindible para nuestra supervivencia, nuestra salud, nuestro empleo, nuestro paisaje y territorio, nuestro medio ambiente, nuestras tradiciones e identidad, no podemos aceptar el argumento de la empresa responsable y ASAGA de que esta importación se produce porque existe un vacío en la producción local”, sentenció.
Gran Canaria tiene una producción por año que fluctúa entre 18 y 20 millones de kilos de papas y su cultivo ocupa unas 1.200 hectáreas, aproximadamente. “Por lo benigno de nuestro clima, contamos con cuatro producciones en diferentes estaciones del año”, agrega Morales.
Este “no es el momento para la importación de este producto. Ahora tenemos suficiente producción y abastecimiento de papa local. Estamos ya, además, en el proceso de recogida de la primera cosecha, la temprana, que comienza en los meses de abril y mayo”.
La papa de importación en estos momentos supone un hundimiento de los precios del producto local, agudiza la problemática de colocar en el mercado cultivos que ya están para dar sus frutos e induce al abandono de los agricultores y agricultoras a seguir con esta labranza específica que, por otra parte, en la isla es de las pocas del sector primario que están dentro de los parámetros aconsejados por la FAO: sobre el 40-50% en producción de autoconsumo.
“Ahora, más que nunca, tenemos que ser contundentes en denunciar estas prácticas, en aplicar con el máximo rigor las sanciones que correspondan y en exigir las responsabilidades que conciernan”, concluye Morales
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