Las diferencias fiscales entre Santa Cruz de Tenerife y La Laguna en vez de irse eliminando paulatinamente como se venía anunciando desde comienzos de la pasada década lo cierto es que cada vez se hacen patentes. Al menos esto es lo que se desprende de los datos del Ministerio de Economía y Hacienda referentes a 2011, momento en el que cada lagunero pagó 130 euros más en impuestos que sus vecinos de la capital tinerfeña. En concreto cada residente de Aguere abonó en ese año 563 euros mientras que los de Santa Cruz hicieron lo propio con 433. Un año antes cada chicharrero pagó 405,66 euros frente a los 525,45 de un habitante de La Laguna, lo que implicaba entonces 120 euros de diferencia para financiar los servicios que recibe. Cifra que a la vista de los últimos datos confirmados por el Estado se ha acrecentado en vez de disminuir.
Desde principios de la pasada década de los dirigentes de Coalición Canaria (CC) que gobiernan en ambos municipios habían apostado por unificar la presión fiscal con el fin de avanzar en la unidad del área metropolitana, pero por distintos motivos este paso no sólo no se puede dar sino que las diferencias en la presión fiscal se hacen más patentes con el tiempo. En 2011 el Ayuntamiento de Santa Cruz logró recaudar 96,3 millones de euros y el de La Laguna 86,2 a través de impuestos directos, indirectos y tasas. Cifra que probablemente se incrementará cuando salgan las estadísticas de 2012 ya que en ese año se aumentó la presión fiscal en la capital tinerfeña en un 3% de media.
En 2011 el pago de impuestos en Las Palmas de Gran Canaria alcanzó los 364 euros por habitante frente a los 343 de Telde. Sin embargo, el municipio en el que se soporta una mayor presión fiscal es Adeje, en el sur de Tenerife, donde se abonan 1.375 euros, una cifra parecida a la de San Bartolomé de Tirajana con 1.019 o Mogán con 1.113. Una tónica que se repite de manera más o menos similar en el resto de municipios turísticos. Ello es debido a las diferencias entre la población de derecho que es la que se contabiliza para realizar estas estadísticas y la de hecho. Además en estos núcleos se sitúan gran número de apartamentos y empresas dedicadas al alquiler de vehículos que deben abonar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y de circulación. Así ocurre también en La Oliva en Fuerteventura donde la presión fiscal llegó a los 1.125 euros por residente. Sin embargo, por ejemplo, en Arona, municipio limítrofe con Arona se cuantificaron 831 euros pero sin embargo en Breña Baja, en La Palma con apenas 5.000 habitantes se sumaron 625 por la existencia del núcleo turístico de Los Cancajos.
Más baratos
También en La Palma resulta año tras año llamativo el caso de Fuencaliente que, con tan sólo 1.900 habitantes, se llegan a cuantificar casi 650 euros cuando tan solo cuenta con un hotel de importancia. Una cifra que, sin embargo, implica una reducción de casi 12 euros con respecto a lo registrado el año anterior.
Igual de extraño resulta lo que ocurre con El Pinar de El Hierro, el último municipio que se creó en Canarias, donde cada uno de sus 1.800 vecinos debe abonar cada año 556 euros, 56 más que el ejercicio anterior. En el polo opuesto está Tazacorte, en La Palma, con 202 euros o La Aldea de San Nicolás con 235, localidades con la menor presión fiscal de las islas.