El pleno del Cabildo de Gran Canaria ha aprobado este viernes elevar de 26 a 53 euros por tonelada la tasa que cobra a los diferentes ayuntamientos de la isla por tratar sus residuos urbanos y ha creado una nuevo gravamen “disuasorio” que penaliza los residuos mezclados no valorizables.
También se ha aprobado una nueva tarifa para el tratamiento de biorresiduos, como el aceite de restaurantes o las heces animales, por los que el Cabildo cobrará 31 euros por tonelada.
La subida de las tasas de tratamiento de residuos ha sido aprobada con los votos a favor del equipo de gobierno (NC, PSOE y Podemos), la abstención de Unidos por Gran Canaria y el voto en contra de los consejeros del PP y del único representante de CC.
“Con estas medidas, el Cabildo de Gran Canaria busca homologarse a otras regiones punteras en el tratamiento de residuos como Cataluña, que separa selectivamente el 38 por ciento de sus residuos, mientras que Canarias solo alcanza 12 por ciento”, asegura el equipo de gobierno.
El Cabildo recuerda que, si Canarias llega a 2020 sin haber conseguido que el 50 por ciento de sus residuos urbanos tengan salida por la vía del reciclaje o de la valorización, tanto la UE como el Gobierno central están habilitados para imponer sanciones.
El equipo de gobierno explica, además, que los importes establecidos a las tasas “incorporan la totalidad de la amortización de las mejoras realizadas en los ecoparques (del Salto del Negro y de Juan Grande), que estarán finalizadas entre los meses de septiembre y octubre de este año para cumplir la previsión de que las plantas estén a pleno rendimiento a comienzos de 2017”.
“El gobierno insular es consciente de que estas tasas suponen un esfuerzo para los ayuntamientos y para la ciudadanía, por lo que el Cabildo trabaja para construir políticas municipales integradas en una perspectiva insular para la gestión sostenible de los residuos a través de la intensificación de la información, la educación ambiental y la concienciación”, asegura el tripartito.
Por su parte, el portavoz del grupo popular, Felipe Afonso El Jaber, califica de “barbaridad” la subida establecida para el tratamiento de los residuos y también la fijada para el tratamiento de lodos de depuradoras, que se multiplica por 3,3.
El Jaber advierte de que estas dos subidas pueden llevar a los ayuntamientos a elevar sus tasas municipales de recogida de basura y de depuración de aguas, repercutiendo así al ciudadano los costes más elevados que ahora tendrán que pagar al Cabildo.