SANTA CRUZ DE TENERIFE, 2 (EUROPA PRESS)
La Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife valora el descenso, por segundo mes consecutivo, del número de parados en el archipiélago, aunque sigue insistiendo en la necesidad de implementar medidas de estímulo que alivien el coste fiscal de las empresas, favorezcan la emprendeduría y activen el consumo, entre otras iniciativas.
Asimismo, expresa su inquietud por el impacto que tendrá la nueva vuelta de tuerca que el Gobierno central va a aplicar con la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, que obliga a Canarias a recortar de nuevo 120 millones de euros en sus presupuestos.
El presidente de la institución cameral, Ignacio González Martín, coincide con el presidente del Gobierno de Canarias en que “los requerimientos del Ministerio de Hacienda no solo tendrán una influencia directa en la prestación de servicios esenciales, sino que afectará al tejido empresarial de las islas, que verán aun más mermadas aquellas partidas destinadas a la inversión productiva”.
En este sentido, González Martín teme que esta “asfixia económica” tenga un impacto directo e importante en el mercado laboral, y que la leve mejoría que se percibe sea sólo un espejismo frente a la “realidad apabullante de un sector empresarial que, en estos momentos, está prácticamente en cuidados intensivos”.
Desde el Servicio de Estudios de la Cámara se apunta que, aunque la es cifra pequeña, es importante ya que frena el deterioro que se había producido en el empleo en los primeros cinco meses del año --en los que se llegaron a registrar incrementos en el número de parados por encima de las 4.000 personas al mes-- y da continuidad al descenso de los parados ya registrado en el mes de junio.
Dado que, tradicionalmente, en el archipiélago el segundo semestre del año suele ser mejor en lo que al mercado de trabajo se refiere, desde la Cámara consideran importante seguir consolidando estos resultados a lo largo de los próximos meses.
“La mejoría dependerá de la capacidad de inyectar confianza y certidumbre sobre la evolución económica de los próximos meses, así como de las medidas de estímulo: económicas, de eficiencia y de mejora de la productividad, que se puedan ir adoptando para favorecer la inversión y el consumo a favor de un cambio de inercia hacia una mayor actividad y empleo”, ha afirmado González Martín.