Román Rodríguez es consciente de que la crispación suscitada por los casos de corrupción detectados en varias instituciones del Archipiélago en los últimos años de legislatura ha generado una “quiebra seria de una parte de la ciudadanía con las instituciones y la política”.
A NC, formación que nació hace dos años y que encara la campaña electoral con ese handicap y con dinero de sus “bolsillos” y el de los créditos bancarios que ha solicitado, le preocupa que “muchos ciudadanos se hayan alejado por mucho tiempo de la política por culpa del comportamiento de una manada de delincuentes que están, por ahora, vinculados a CC y al PP”.
Por eso, la formación que preside Rodríguez hace hincapié en que está formada por “gente honrada y decente” que no ha sido cómplice de la corrupción que ha afectado a las filas de ATI y el PP ni de la quiebra de la unidad de Canarias, de la que también responsabilizan estos nacionalistas progresistas al PSC, ya que consintió proyectos como el del tranvía de Tenerife, que desequilibran la política regional de transportes.
Mientras que CC y el PP “han dado cobertura a comportamientos ilícitos”, NC promete hacer una “guerra sin cuartel” contra “la corrupción y la indecencia” con el convencimiento de que “Canarias no necesita salvadores, sino buenos gobernantes”.
De su condición de doble candidato -al Cabildo grancanario y al Parlamento por esta isla-, Román Rodríguez explica que ésta es la decisión que el partido creyó más acertada dado el “alto conocimiento” que tiene de la política canaria tras las responsabilidades que ha asumido en el pasado.
Escenario político tras el 27 de mayo
Como en el horizonte político de Román Rodríguez se vislumbra la presencia de NC tanto en el Cabildo de Gran Canaria como en la Cámara regional, el también diputado por Las Palmas avanza que, de cumplirse sus previsiones, no dudará en renunciar a su acta de parlamentario en el Congreso para dedicarse de lleno a la política canaria.
Román Rodríguez presume de que NC “tiene un programa hecho de abajo a arriba presidido por el interés general” en cuya elaboración, basada en la experiencia acumulada durante años de gobierno en el Ejecutivo regional o en municipios como Santa Lucía de Tirajana o Agüimes, no ha habido “que copiar nada”.
Ese programa, tanto para el Cabildo como para el Parlamento, será “el hilo conductor de las alianzas políticas” que NC pueda conformar tras el 27 de mayo.
Los pilares de NC serán, en base a ese programa, “las personas y los servicios públicos básicos; un modelo de desarrollo duradero que no consuma más recursos naturales; separar política de negocios; profundizar en la defensa de nuestra identidad como pueblo y en el autogobierno como instrumento de progreso y potenciar la participación y la democracia, que está bajo mínimos en esta comunidad”.
Rodríguez asegura que el voto a NC “será eficaz y no estará en el mercado” porque esta formación “no se prestará al mangoneo”, ni pactará con CC porque igual que “no acepta el centralismo de Madrid” tampoco admite “el nuevo de Santa Cruz de Tenerife” que propugnan “los que interpretan Canarias” desde esa isla, entre los que incluye a José Carlos Mauricio.
Al mismo tiempo, el candidato de NC advierte a los electores de que votar al PP en Gran Canaria es contribuir a que esos sufragios sirvan para “poner de nuevo a otro insularista al frente del Gobierno de Canarias” -Paulino Rivero- que volverá a dividir a los canarios, trabajará para las minorías empresariales y volverá a hacer de la sanidad y la educación las marías“ de la política regional.
Como NC afronta la próxima cita electoral con la convicción de preferir “la oposición política a estar en el Gobierno a cualquier precio” y también admite que tendrá dificultades para entenderse con la derecha que representa el PP, al que pretende situar en la oposición en el Cabildo de Gran Canaria, donde ahora tiene mayoría absoluta, Rodríguez concluye que “la cosa va a estar muy complicada”.
También tiene claro Rodríguez que las alianzas en Gran Canaria, donde las dos derechas -ATI y PP- “pueden no sumar”, van a ser de distinto signo distinto a las de Tenerife, “donde ambas se reúnen”.
La quiniela de Nueva Canarias
Román Rodríguez afirma, casi de carrerilla, que la coalición electoral de la que forma parte prevé “mantener” las alcaldías de Valsequillo, Santa Lucía, Agüimes y San Mateo, donde gobierna en la actualidad por mayoría, así como las de Yaiza y Barlovento.
También aspira a “recuperar” San Bartolomé de Tirajana y Telde, donde será “primera fuerza”, además de Gáldar, donde espera ser “primera o segunda” en votos, y Artenara.
En los planes del candidato también figura que NC gobierne en los cabildos de Gran Canaria, Fuerteventura, Lanzarote y La Palma, “a ser posible” junto con opciones “progresistas”, al tiempo que no renunciar a poder contribuir con su programa a la gobernabilidad de la comunidad autónoma.
Proximidad con el PSC y defensa a ultranza de Directrices
De cara a la gobernabilidad de las Islas, Román Rodríguez afirma que los que únicamente se pueden aproximar al programa de NC son los socialistas, aunque no en todo, ya que los nacionalistas mantienen discrepancias con el PSC en asuntos como la “identidad” canaria y el autogobierno.
Sin embargo, la coincidencia en la necesidad de desarrollar la Ley de Directrices de Ordenación General y del Turismo, iniciativa que vio la luz con el Gobierno que presidió Rodríguez, y la defensa que ambas formaciones hacen de los servicios públicos son dos lazos de unión con los que se podría empezar a fraguar una alianza.
Sobre esta ley, Rodríguez asegura que NC “estará en frente” de partidos como CC, el PP y el CCN, que quieren derogarla, y también frente a los sectores sociales “que creen que lo que toca es seguir depredando nuestro territorio consumiendo suelo, playas y barrancos”.
Por eso, apoyar la continuidad de esas Directrices, que han permitido “desclasificar 300.000 camas turísticas que estaban en el planeamiento” será “condición para la alianza” con NC, que considera “una inmoralidad y un engaño a la ciudadanía que todo el mundo las votara y luego no hayan sido desarrolladas, poniendo en crisis el futuro de Canarias”.
La receta de las viviendas públicas
Rodríguez recuerda que fue a los 36 años cuando adquirió su primera vivienda, de promoción privada, y también que cuando fue presidente de Canarias entregó en el sureste y el sur de Gran Canaria más de 400 de promoción pública a jóvenes de 25 y 30.
Esas viviendas costaron “ocho millones de pesetas porque el suelo era público, se urbanizó por el Gobierno, el Ayuntamiento hizo los planos, consiguió una ayuda a fondo perdido, porque las hay, y luego un crédito a largo plazo por el que, con 250 euros mensuales” esos jóvenes pudieron tener su primer “pisito chiquito”.
Por eso, NC dice no necesitar de “la experiencia extremeña” para hacer viviendas de promoción pública y rechaza las “falsas promesas” que en esta materia han hecho durante la campaña electoral tanto CC como PP.
“Tenemos experiencia de cómo se gestiona suelo público” para hacer viviendas, que es una prioridad. Cuando gobernamos, cumplimos, eso lo pueden decir pocos, ni una vivienda se ha hecho en Telde en estos cuatro años“, aseveró.