El proyecto del Gobierno de Canarias de llevar a las aulas la práctica de videojuegos no didácticos para alumnos que participarán en una liga de los denominados deportes electrónicos “va a seguir adelante” pese a las críticas que ha recibido, ha asegurado su consejera de Educación, Soledad Monzón.
El Ejecutivo, de Coalición Canaria, entiende, según ha dicho la consejera, que ese es un proyecto “necesario, porque es una realidad que existe y lo demandan las familias”, ya que se trata de una iniciativa que “va a acompañar al alumnado que juega ya a esos videojuegos”, con el propósito de incitarlo a que compatibilice su afición con hábitos de vida saludable.
Soledad Monzón ha destacado, además, que el programa se ha diseñado como “una actividad extraescolar” y no como una materia más a impartir en horas lectivas, un aspecto este que ha creído conveniente aclarar por considerar que no todo el mundo que lo cuestiona se ha enterado de ello.
Circunstancia que ha atribuido al propósito de algunos de sus críticos que “lo que pasa es que lo han querido matar (al proyecto) antes de que lo pudiéramos explicar”, según ha sostenido, insistiendo en que, en todo caso, no lograrán detenerlo.
Puesto que el Gobierno lo considera “un proyecto importante, porque creemos en lo que hemos diseñado y lo defenderemos”, ha sentenciado la titular de Educación, que ha matizado que, de todos modos, está previsto que cuando pase un tiempo desde su implantación se haga una evaluación de sus resultados.
Con esos argumentos ha querido sustentar Monzón la postura que mantiene el Ejecutivo de CC en torno a esta polémica, en declaraciones que ha hecho durante una rueda de prensa convocada para hablar sobre el inicio del curso académico a preguntas de periodistas sobre las críticas o dudas que han mostrado al respecto políticos de otros partidos, cargos de otras administraciones públicas y hasta docentes y ciudadanos que han conformado una plataforma con el objetivo de impedir que el proyecto se lleve a cabo tal como está previsto.
Y, a ese respecto, ha especificado que tampoco está previsto siquiera ceder a la demanda de algunos de ellos de que se reconsideren los juegos que se ha establecido que se practicarán en el marco de ese programa aduciendo que tiene contenidos no recomendables para los escolares, por ser sexistas o violentos, por ejemplo.
Ya que “la elección de esos videojuegos es por una razón muy sencilla, que es que son a los que juegan los alumnos” a los que va destinado el proyecto, ha afirmado.