La Fiscalía de Medio Ambiente ha denunciado al exviceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno canario Cándido Padrón por autorizar el traslado de escarabajos protegidos en Granadilla (Tenerife), han informado hoy las organizaciones Ben Magec-Ecologistas en Acción, ATAN, Greenpeace y EcoOcéanos.
La denuncia es por autorizar el traslado de varios ejemplares del escarabajo Pimelia canariensis y la destrucción de su hábitat, algo que las citadas organizaciones habían denunciado en 2011, y los hechos pueden ser constitutivos de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y contra la administración pública.
Las organizaciones ecologistas explican que la especie de escarabajos está catalogada como en peligro de extinción, y, en un comunicado, añade que es una de las muchas que se ven afectadas por las obras para construir el puerto de Granadilla.
Las organizaciones ecologistas anuncian que, una vez se confirmen las irregularidades, estudiarán las medidas legales oportunas para exigir la paralización de las obras.
La autorización firmada por el exviceconsejero Cándido Padrón, y con la que el Observatorio Ambiental de Granadilla, a solicitud de la Autoridad Portuaria, procedió a la colecta y traslado de varios ejemplares de escarabajos, “jamás” contó con ningún informe jurídico que la avalara, aseguran.
Afirman que los informes técnicos recibidos antes de la fecha de la firma señalaban que los únicos fines que justificaban el traslado de una especie en peligro de extinción debían ser científicos, “lo cual nada tiene que ver con la construcción de una infraestructura”.
También indican las organizaciones ecologistas que el único informe jurídico que ha elaborado la Viceconsejería de Medio Ambiente, aunque con posterioridad a la emisión del permiso, considera incompatible el traslado de una especie protegida por razones ajenas a los fines científicos y biológicos.
Según las organizaciones denunciantes, “una vez más, los promotores del puerto han tenido que sortear la Ley para eliminar a una especie protegida que se verá afectada por el puerto. Y esto es lógico si se tiene en cuenta la riqueza biológica y la fragilidad de esta zona, lo que da a entender el enorme daño ambiental que causará esta obra en uno de los espacios naturales más singulares de la isla”.