La dirección de Emalsa ha asegurado este jueves que la solicitud que presentará al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para reequilibrar económicamente su contrato de servicios no afecta a los precios de producción y suministro de agua, sino al alcantarillado y la depuración.
En un comunicado, la empresa que gestiona esos servicios en la capital grancanaria recuerda que el 80 % de la factura que abonan los ciudadanos descansa sobre los precios de producción y distribución del agua, congelados desde hace cinco años.
Su solicitud de revisión, precisa, no afecta a esos conceptos, sino a los contratos de saneamiento y depuración, que fueron “concebidos hace 15 años” y “no han permitido la adaptación razonable a los enormes cambios tecnológicos y medio ambientales” que se han producido desde entonces.
En cuanto al alcantarillado, recuerda que el coste de ese servicio en Las Palmas de Gran Canaria lo asume el Ayuntamiento, “en contra de la normativa comunitaria, que obliga a repercutirlo en la tarifa del consumidor”.
Además, alega que la red de alcantarillado de la ciudad tiene hoy el triple de kilómetros que cuando se firmaron los contratos, con lo que su gestión es “más crítica y compleja”.
En el caso de la depuración, argumenta que hoy tiene que depurar más caudal de aguas residuales que hace 15 años y, sobre todo, que tiene hacer frente a “la puesta en marcha de las nuevas estaciones de Tamaraceite y Tenoya, piezas clave para el cumplimiento de los objetivos de la ciudad respecto a sus vertidos”.
Emalsa, de mayoría de capital privado, recalca que “no puede considerarse, en modo alguno, el Servicio de Aguas del Ayuntamiento ni asumir sus responsabilidades”, sino una empresa que gestiona un servicio público en régimen de concesión.
Además, replica al Ayuntamiento que, sin conocer el informe técnico que va a presentar para justificar su petición, “no es posible emitir opinión fundada alguna acerca del futuro de las tarifas actuales”.