LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 26 (EUROPA PRESS)
El empresario grancanario Juan Marrero que lleva 47 días en huelga de hambre en protesta de los pagos que le adeudan las administraciones públicas, principalmente los ayuntamientos, ha sufrido un desvanecimiento, según informaron a Europa Press fuentes familiares.
El afectado, que se encontraba en su empresa dedicada a labores de bordados, diseño y confección en la calle Alegría, número 21, en Las Palmas de Gran Canaria, ha sido trasladado en ambulancia al Hospital Universitario Insular de Gran Canaria tras sufrir un desmayo sobre las 16.00 horas.
“Esto se hace insostenible y no nos toman en serio los señores responsables de las deudas que le deben a mi empresa y esto es lo que me lleva a tomar esta decisión (la huelga de hambre)”, afirmó el propio afectado hace dos días en un comunicado, al tiempo que criticó “la impunidad que los políticos tienen con los empresarios españoles y sólo se preocupan por los ciudadanos de fuera por otras causas y con menos días en huelga de hambre, a los hechos me remito puedo ser mas explícito, hay muchos casos”.
De esta manera, explicó que la justicia corre en su contra, “y las consecuencias serán críticas”, apuntando que la crisis no la ha provocado él. “Mi única intención es acabar con esta situación, ya van cuarenta y cinco días con esta huelga de hambre”, manifestó.
“Quiero cobrar --añadió--, el tiempo pasa y la única respuesta es que no hay dinero y por otra parte toco en las puertas del Cabildo de Gran Canaria y el Gobierno de Canarias y parece que están ocupados en otros menesteres”. “Esperaré. La próxima semana me dedicaré, en mi mal estado, aunque dé mi vida, a recorrer los ayuntamientos y cabildos que me deben. Empezaré en Lanzarote y el resto de las islas. Pidiendo lo que me pertenece y mantendré esta huelga de hambre hasta cobrarlo”, aseveró el pasado miércoles.
EMPRESA FAMILIAR DESDE HACE 23 AÑOS
Juan Marrero tiene junto a sus hijos una empresa familiar en la que trabaja, desde hace 23 años. Actualmente dispone de once empleados aunque antes de la crisis económica tenía contratadas a 22 personas. Desde agosto de 2009, la compañía tiene las cuentas embargadas, así como intervenidas facturas de clientes “potenciales”.
Sin embargo, han continuado trabajando hasta que el pasado 8 de febrero, cuando acudieron a embargarles la maquinaria, el empresario amenazó con prender fuego a la fábrica con su familia dentro si se procedía dicho embargue.
La familia reconoció que tienen deudas con la Seguridad Social justificándolo en la situación de “crisis” económica aunque, reiteró, que también tienen “retrasos muy grandes de pagos de clientes, siendo los más importantes las administraciones públicas (ayuntamientos)”.
Asimismo, señalaron que la deuda “ha aminorado casi la mitad pero ellos reclaman la parte inaplazable que sería unos 15.000 euros” pero la familia del empresario señala que teniendo “todo” intervenido no disponen de esa cantidad.