Sergio Brito y Juan Espino reinventan el Espacio Cultural El Tanque (Tenerife) con el proyecto 'Moonlight'

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 27 (EUROPA PRESS)

El arquitecto Juan Espino y el artista Sergio Brito unen su talento para presentar en el Espacio Cultural El Tanque, desde mañana y hasta el 30 de junio, una instalación que con el título 'Moonlight' reinventa la mirada del interior del contenedor, una nueva producción in-site, incluida en el calendario de exposiciones del área de Cultura del Gobierno de Canarias, que reflexiona sobre la manipulación de este espacio, desde su condición escultórica y arquitectónica, invitando al público a reconocer otra realidad más allá de lo evidente, de lo inmediato, de lo previsible.

El binomio artístico formado para la materialización de 'Moonlight' parte de la representación simbólica de El Tanque y de su recuperación como parte de la ciudad y de su indiscutible concepto de espacio con valores imaginarios propios. “Un depósito de acero, que ha contenido fuel-oil y que ha formado parte de nuestro paisaje urbano industrial, nos ofrece en su interior un lugar en el que se pierde la noción del espacio, el sonido o la luz”.

El Espacio Cultural El Tanque materializa en su forma el concepto complejo del contenedor. Esta condición invita a ocupar un interior adaptado a la forma de su continente y lo convierte en un objeto insólito. Objeto de un diámetro de 51 metros, una capacidad de 35 millones de litros, una altura de 20 metros y un peso total de 900 toneladas. El primer día que se abrió al público en julio de 1997 se presentó vacío, mostrando el espacio en sí mismo.

Para Sergio Brito y Juan Espino, El Tanque representa en sí mismo la corroboración de que el aire pesa, de que el espacio pesa; afirman que, “el oscuro y vacío interno del inmenso depósito nos hace conscientes del poder distorsionador de nuestra imaginación. El horizonte se ha perdido, la pared también. Una lengua de sal ilumina el espacio y dibuja una luna que se adapta, ex profeso, a unos nuevos límites geométricos provocando la distorsión”.

Escultura y arquitectura comparten un mismo propósito, la manipulación del espacio. Gracias a la trasgresión de unos límites geométricos se distorsiona la realidad con el fin de crear incertidumbre. Esta sublimación del espacio pervierte la realidad y genera nuevas lecturas condicionadas por la forma lunar que resulta. Sólida, gaseosa y sublime, 'Moonlight' no es más que materia impostora, pues tras ella, se esconde en su interior, un oscuro secreto.