El concejal de Izquierda Unida-XTF, José Manuel Corrales, exigió al Ayuntamiento de Santa Cruz que haga uso de la cláusula que le permite paralizar la actividad de la refinería de Cepsa cuando sobrepasa de forma continuada los índices de contaminación. Según Corrales, así ha venido ocurriendo durante los tres últimos días de calima hasta que el punto de señalar que “nos encontramos en plena emergencia medioambiental y de salud”.
El concejal indicó que varios médicos le habían confirmado que en las últimas fechas se ha incrementado el número de personas afectadas por enfermedades respiratorias y alergias en los servicios de urgencias, que se encuentran desbordados. “Ya sé que esta noticia pese a su gravedad no aparecerá en casi ningún medio de comunicación pero mi obligación es contar lo que está pasando”, dijo Corrales durante la comisión de control celebrada en la mañana del jueves.
El concejal recordó que la actual legislación permite al Ayuntamiento paralizar la actividad de la industria cuando se superen los índices de contaminación y exigió que así lo haga el grupo de gobierno y el alcalde, José Manuel Bermúdez. Lo cierto es que durante los últimos días Santa Cruz ha permanecido día y noche infestada por el fuerte olor a refinería, a causa del elevado calor y el tiempo del sur.
Corrales también había pedido una comparecencia sobre las consecuencias jurídicas de los incumplimientos contractuales de Sacyr-Vallehermoso y criticó que el encargado de realizar este informe sea el exsecretario de Urbanismo, Víctor Reyes, “multimputado” en varias causas penales. “Es como si ponen a Luis Bárcenas a dictaminar sobre la financiación de los partidos”, dijo. El concejal considera que existen incumplimientos de sobra para que el Ayuntamiento resuelva el contrato con esta empresa y recupere el control de Emmasa. El teniente de alcalde, José Ángel Martín Bethencourt, apuntó que en estos momentos han encargado una auditoría a una empresa externa que no mantenga ningún tipo de vinculación con Sacyr y a partir de ahí actuarán en consecuencia. De cualquier forma matizó que la resolución del contrato nunca saldrá a coste cero.
Los concejales Guillermo Guigou y Pedro Arcila coincidieron en pedir al Ayuntamiento que vigile la situación en la que quedará Emmasa cuando sea devuelta a manos públicas. Arcila dijo que en estos momentos la empresa no depura dos tercios de su producción de agua y otro tanto hace con los lodos que tira al alcantarillado. Guigou por su parte, dijo que en estos momentos el precio se ha incrementado ya en un 16% y la calidad del agua es peor que hace siete años. El representante del PP, Carlos Garciña argumentó que con 30.000 euros no se podrá ejecutar una auténtica auditoría como sería necesario y anunció que durante el pleno del día 26 de junio votará en contra de que el agua siga privatizada. Bethencourt y Corrales entablaron una fuerte discusión sobre asuntos del pasado como la comida en la que este último participó con el anterior alcalde, Miguel Zerolo y el concejal del Centro Canario Nacionalista (CCN), Ignacio González de espaldas al PSOE del que entonces era secretario. Por el contrario, Bethencourt se mostró orgulloso de no haber pactado con ninguno de estos dos políticos imputados en la trama de Las Teresitas. Volviendo a la cuestión de Emmasa, Bethencourt señaló que resulta imposible enfrentarse a un “titán” como es Sacyr con “argumentos de tertulia” como los esgrimidos por Corrales. Dijo que frente a las acusaciones de que no ha realizado ningún tipo de inversión en infraestructuras la empresa mantiene que ha gastado ya 22 millones.