El expresidente de CajaCanarias Rodolfo Núñez aparece vinculado a una cuenta corriente en Suiza abierta en 2001, año clave en la operación de compraventa del frente de la playa de Santa Cruz de Tenerife, Las Teresitas, un caso catalogado por la Fiscalía Anticorrupción como “un pelotazo de libro” con la participación del exalcalde y exsenador Miguel Zerolo (CC) y dos de los grandes empresarios de la isla, Antonio Plasencia e Ignacio González, y en el que se involucró el mandatario de la caja tinerfeña por conceder un préstamo de alto riesgo a un peón, testaferro de la operación.
Rodolfo Núñez, quien también presidió la aerolínea Binter Canarias y es uno de sus principales accionistas a través de Ilsamar Tenerife y en nombre propio, figura en una nueva remesa de la Lista Falciani dada a conocer este domingo por El Confidencial. Su nombre está relacionado con una cuenta de la filial suiza del banco londinense HSBC para la que trabajó el informático Hervé Falciani, y en la que han aparecido otros canarios como el bodeguero Sixto de la Coba o el médico Eufemiano Fuentes.
Los datos sobre presuntos evasores fiscales destapados por Falciani se ciñen a 2006 y 2007. La cuenta a la que se vincula a Núñez Ruano desde 2001 contenía en 2007 solo 4.300 dólares, ya con el escándalo de Las Teresitas en plena efervescencia desde diciembre de 2006, cuando la fiscal Anticorrupción María Farnés Martínez se querelló contra Zerolo, Plasencia, González y otros políticos y funcionarios del Consistorio tinerfeño. Fue en ese mismo 2001 cuando la empresa Inversiones Las Teresitas SL vendió al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el frente de playa por 8.750 millones de pesetas, cuando lo había adquirido en 1998 por 5.500 millones de pesetas con un préstamo de CajaCanarias.
La operación de compraventa de Las Teresitas, aún pendiente de juzgarse tras ser remitida al Tribunal Supremo por el nombramiento de Miguel Zerolo como senador por la Comunidad Autónoma en 2011, y de nuevo camino de los juzgados tinerfeños por su renuncia al cargo el pasado 31 de diciembre, está cifrada a lo largo de la instrucción como “un pelotazo” de 120 millones de euros por la adquisición por parte de los empresarios Plasencia y González del frente de playa momentos antes de que el Supremo permitiera urbanizar la zona por medio de una sentencia de 1998 aparentemente filtrada a los compradores.
Justo un día antes del señalado por el Tribunal Supremo para la votación de la sentencia, el 16 de junio de 1998, la Junta de Compensación Playa de Las Teresitas se comprometió a vender por 5.500 millones de pesetas un conjunto de 101 parcelas a una sociedad inexistente llamada Inversiones Las Teresitas SL. La mercantil aún en trámite de constitución abrió al día siguiente, el de la votación judicial, una cuenta en CajaCanarias. El día 18 pidió un préstamo de 5.500 millones de pesetas siendo uno de los solicitantes un peón de uno de los dos empresarios, González, consejero de la caja cuya participación en el préstamo hubiera sido imposible. El día 23 el Consejo de CajaCanarias, con el voto de González, aprobó el préstamo, sin constituirse la empresa, que lo hizo el 24. El 29 se dictó la sentencia.
En este primer enjuague de la constitución de una empresa a través de un testaferro cuyo sueldo en 1998 era de 120.000 pesetas, y al que se le permitió participar en un préstamo de 5.500 millones de pesetas, la Policía Nacional encargada de la investigación da un papel de máxima importancia a Rodolfo Núñez, sospechoso de recibir la información privilegiada del sentido de la votación del Supremo favorable a urbanizar el frente de playa, y diseñar en la sombra el “pelotazo de libro”, aunque la Fiscalía nunca obtuvo pruebas consistentes como para demostrar que era el “cerebro” del caso. Cuando declaró ante la juez del Tribunal Superior de Justicia canario Carla Bellini lo hizo como testigo.
Aún así, las investigaciones del caso de corrupción más sonado de Tenerife, cuya instrucción ha marcado la vida política de la isla y en gran parte la del Archipiélago por el peso y poder de la figura política de Miguel Zerolo y sus seguidores dentro de Coalición Canaria, ligaban antes de 2001 a Rodolfo Núñez Ruano con otro de los empresarios de Las Teresitas, Antonio Plasencia. Al menos durante los cuatro años que abarcan de 1998 a 2002, Núñez recibió de Plasencia casi 4 millones de euros “injustificados”, según la Policía.
Los datos cotejados por la Unidad Central de Delicuencia Económica y Fiscal y la Brigada de Policía Judicial arrojaron que entre 1998 y junio de 2002 desde el entorno de Plasencia “se ha transferido la cantidad de de 3.974.916,6 euros, a Ilsamar Tenerife y Binter Canarias a cuentas del entorno de D. Rodolfo Núñez, sin que dichos traspasos se puedan justificar”. La Policía incluso calificó la mercantil Ilsamar como una sociedad instrumental, creada en julio de 1998, “un mes después de la concesión del préstamo a Inversiones Las Teresitas”.
Ilsamar Tenerife no tuvo prácticamente actividad durante esos primeros cuatro años que van desde la compra de las parcelas del frente de playa por los empresarios hasta su venta al Ayuntamiento, por lo que los investigadores apreciaron “una clara conexión temporal entre los hechos objetos de investigación y las presuntas irregularidades detectadas”, sobre todo los trasvases de dinero de cuentas de Antonio Plasencia a Ilsamar y Binter Canarias “durante un periodo de tiempo en el que no existía ni vinculación societaria ni relación comercial que pudiera justificar dichas transferencias”.
Según la ficha que publica este domingo El Confidencial, Rodolfo Núñez ha asegurado al digital español que tiene en su poder la Lista Falciani “desconocer la existencia de la cuenta y ha añadido no haber tenido nunca ninguna relación con esa entidad bancaria”. En la ficha del HSBC de Ginebra en la que ha aparecido, Núñez figura domiciliado en una dirección de Santa Cruz de Tenerife.