Exteriores subraya que Marruecos asume que las aguas colindantes deben delimitarse de mutuo acuerdo

Las Palmas de Gran Canaria —

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El Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación abordará con Marruecos sus planes de delimitación de sus aguas marítimas pero, de entrada, considera que ambos países parten de un punto común: que la delimitación de aguas en zonas colindantes solo se puede hacer de mutuo acuerdo.

Así lo han señalado fuentes del Departamento consultadas por Europa Press, pocas horas antes de que la Cámara Baja del Parlamento marroquí apruebe dos leyes para delimitar su mar territorial (12 millas) y su Zona Económica Exclusiva (200 millas), que se solaparía con Canarias.

La nueva ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, viajará a Marruecos el viernes y este será uno de los asuntos que tratará con su homólogo, Naser Burita, pero partiendo de que ambos coinciden en que la delimitación de zonas colindantes debe hacerse de mutuo acuerdo. De hecho, las fuentes subrayan que en sus proyectos de ley no trazan la delimitación de las zonas.

Las leyes fueron aprobadas el pasado diciembre en la Comisión de Exteriores de la Cámara y el Gobierno español reaccionó afirmando que no conocía los textos y recordando que en la delimitación de aguas de países colindantes debe regir el mutuo acuerdo en el marco del respeto a la Convención del Mar de Naciones Unidas. En ese momento, Marruecos decidió aplazar el paso de las leyes por el Pleno de la Cámara, pero finalmente lo hará este miércoles.

En diciembre, el ministro Burita afirmó que la aprobación de las leyes “no significa que Marruecos no esté abierto a solucionar cualquier posible conflicto con España, Portugal o Mauritania sobre la delimitación precisa de su espacio marítimo, en el marco de un diálogo constructivo y de una asociación positiva”.

“Marruecos permanece abierto a España, Mauritania y Portugal en torno a los 'solapamientos', especialmente en lo relativo a las islas Canarias, a través de un diálogo y una colaboración positiva con los vecinos español, portugués y mauritano”, puntualizó Burita en diciembre.

Marruecos no quiere una mediana

Cuestión distinta serán los principios sobre los que se negociará ese límite marítimo, porque Marruecos considera que el criterio de la mediana entre ambos no es válido cuando se trata de una isla.

Fuentes diplomáticas marroquíes consultadas por Europa Press aseguraban en diciembre que las leyes no responden a ningún intento de confrontación, sino a que Marruecos está modernizando su ordenamiento jurídico y adaptándolo a los convenios internacionales, en el marco de un proceso soberano. Las fronteras marítimas, apuntaron las fuentes, deben ser acordadas, de manera que la aprobación de las leyes no prejuzga cuál será la solución.

En las leyes se establece el mar territorial, de 12 millas y se delimita la zona económica exclusiva (200 millas) en las costas del Sáhara Occidental, que Marruecos considera sus “provincias del Sur”.

Sobre el Sáhara, Marruecos defiende que no tiene nada que negociar, porque considera que el territorio y las aguas forman parte de su soberanía. De hecho, medios marroquíes han justificado la aprobación de la ley sobre el mar territorial en que la actual data de 1973 y “no tenía en cuenta la recuperación del Sáhara en 1975”.