el marqués
En la agenda de Coalición Canaria de Fuerteventura no entraba, al menos hasta la primavera próxima con los resultados de las elecciones generales en la mano, un movimiento táctico del presidente insular del PP, Domingo González Arroyo, para arrebatar la alcaldía de La Oliva a la nacionalista Claudina Morales, a la que apoya desde fuera del gobierno municipal desde junio pasado. Es lo que en el mundo político y empresarial majorero se conoce como el pacto de la avioneta, entre González Arroyo y el concejal de Urbanismo de Pájara y consejero insular del PSOE Blas Acosta, por la condición de piloto comercial del emergente político socialista.
Sin embargo, los ruidos de sables en La Oliva se reactivaron este viernes, con la dimisión del concejal Claudio Gutiérrez, que tras varias semanas de presiones del marqués, accedió a su pretensión de que abandone el ayuntamiento para que, en el caso de presentar una moción de censura PP y PSOE contra CC, su condición de consejero insular no afecte al pacto CC-PP en el Cabildo majorero.
La jugada de Arroyo -aparentemente, el concejal dimisionario puede ahora centrarse en exclusiva en su trabajo como consejero insular de Educación y Juventud- ha puesto en guardia tanto a CC como al sector oficialista del PP, ya que la opción de una moción de censura en La Oliva, con los avales del marqués y Blas Acosta, pareció neutralizarse hace diez días con la visita del miembro de la Ejecutiva socialista regional y senador por la Comunidad Autónoma, José Alcaraz, a sus compañeros majoreros.
Aún así, el pacto de la avioneta -un supuesto reparto de poder territorial: el Norte para González Arroyo; el Sur para Blas Acosta- tiene dos alas. Desautorizado el PSOE majorero por la organización regional, ahora el PP de González Arroyo es el que mueve pieza con esta dimisión en principio inocua -Claudio Gutiérrez no forma parte del grupo de gobierno de Claudina Morales en La Oliva-, pero que desde la tarde del viernes ha activado las alarmas en CC y el PP de José Manuel Soria y Águeda Montelongo.
De todos modos, cualquier movimiento en La Oliva no pondrá en riesgo el gobierno insular de Mario Cabrera, que sólo necesita el apoyo de un consejero más y lo tiene garantizado con Águeda Montelongo, pendiente de dónde decidan alinearse los otros tres consejeros del PP, aparte de Claudio Gutiérrez, que entraron en la lista a instancias de González Arroyo: Ana Padilla, Guillermo Concepción y José Antonio Medina. Al menos dos de ellos están ya en sintonía con el PP oficial.