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El viento en Granadilla pondría en riesgo los barcos incluso cuando estuvieran atracados

Uno de los argumentos que esgrimen los opositores a la construcción del puerto de Granadilla al sur de Tenerife es que por los vientos en la zona su operatividad sería reducida o nula durante buena parte del año.

Dicha tesis ya había quedado reflejada en informes anteriores, y en ella incide el dictamen pericial realizado por un capitán de la marina mercante, con fecha de enero de 2009 y que obra en poder del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Ahora bien, un aspecto menos conocido de dicho dictamen es que no solo las maniobras en el puerto se verían afectadas por el viento, sino que la propia permanencia de los buques que estuvieran atracados sería un elemento de riesgo. Así, en el caso de los buques gaseros y petroleros, a partir de vientos de Fuerza 6 en la escala Beaufort “la permanencia en puerto también estaría en peligro, porque por ejemplo, si falta un cabo, y no se repone por otro a tiempo, los demás van rompiendo en cadena y quedaría el barco sin gobierno dentro de la dársena”.

“Una regla náutica es que si a un barco no lo mantienen amarrado 10 cabos, 9 lo aguantan menos”, expone el dictamen. En el caso de los portacontenedores, en algunos casos la permanencia en puerto sería insegura a partir de vientos de Fuerza 6, mientras que otros aguantarían hasta la Fuerza 7.

Manejando diferentes datos, el dictamen pericial establece que al año en el puerto de Granadilla habría entre 106 y 113 días con vientos de Fuerza 6, y entre 77 y 82 con Fuerza 7. Eso sin contar los días con intensidades todavía mayores: en Fuerza 8, entre 21 y 32, y en Fuerza 9, entre 2 y 5.