El IAC cree que el ESO debió publicar los datos en los que basó para decidir instalación del E-ELT

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 28 (EUROPA PRESS)

El Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha destacado este miércoles la “excelencia” de los observatorios del archipiélago al tiempo que plantea que “el Consejo de ESO, si bien es soberano para instalar su telescopio donde quiera, debería hacerlo siguiendo la práctica científica universal, poniendo a disposición de la comunidad científica los datos en los que basa su selección para que puedan ser contrastados antes de la toma de decisiones irreversibles”.

Recordó además el IAC en un comunicado que el Ministerio de Ciencia e Innovación, que es quien lleva la negociación por parte de nuestro país, tiene toda la información necesaria al respecto.

Estas valoraciones llegan después de que el pasado lunes el Consejo de ESO seleccionase al Cerro de Armazones como “ubicación de referencia” para el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT). Aquí el IAC se reafirmó en que el Observatorio el Roque de los Muchachos (ORM) es el lugar “más adecuado” para la instalación del E-ELT, y dijo que se basa en “argumentos científicos, fundamentados en la transparencia de datos y de resultados”.

Admitió el IAC, que a España le resultará más difícil hacer que prospere su candidatura del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma “y esto pese a ser la más idónea y la que hace posible empezar la construcción del E-ELT sin dilaciones, como han hecho ver en reiteradas ocasiones los gobiernos de España y el de Canarias.

En esta labor de defensa de la candidatura española, el IAC agradeció “profundamente” el apoyo recibido desde todas las instituciones públicas y privadas a nivel local, regional, nacional e internacional, y en particular el clamor popular de la isla de La Palma y de toda Canarias.

El IAC se mantuvo en su idea de que este telescopio es un paso necesario y urgente para la astrofísica europea, y por ello ha sido una de las instituciones europeas que más se ha implicado desde un principio en los diferentes estudios sobre este proyecto en colaboración con ESO. Además, ha promovido la participación industrial española en el mismo.

HASTA EL FINAL

De igual forma, el IAC aseguró que ha hecho cuanto ha podido para mostrar la “solidez científica y técnica” de la candidatura española, y anunció que “seguirá colaborando hasta el final”. Además, dijo que estará muy vigilante para evitar que en base a este proceso de selección se dañe la fama de la reconocida calidad astronómica de los observatorios de Canarias.

“Debe saberse que la única información conocida, abierta y disponible sobre la caracterización del cielo en Armazones procede de los estudios llevados a cabo por el equipo americano de su Thirty Meter Telescope (TMT) durante un periodo de escasamente cuatro años, y que finalmente se optó por Hawái”, argumentó. En la comparación con los datos públicos de Armazones, el Roque de los Muchachos es muy competitivo, considerando las peculiaridades técnicas y objetivos científicos del nuevo telescopio.

“La instalación del E-ELT en el Roque de los Muchachos no sólo permitiría llegar al límite de sus posibilidades al telescopio, sino también simplificaría su diseño, construcción y operación”, insistió.

LOGROS

Por último señala el IAC que las cumbres de las Islas Canarias son lugar de referencia de estudios atmosféricos desde finales del siglo XIX. Los observatorios del IAC, y en concreto el del Roque de los Muchachos, constituyen el lugar del mundo mejor caracterizado astronómicamente, con más de 20 años de datos publicados. “Y son más de 40 los años de observaciones astronómicas permanentes hechas en ellos con telescopios e instrumentación de más de 60 instituciones científicas de 19 países”, añaden.

Estos observatorios constituyen, de hecho, el mayor observatorio europeo del Hemisferio Norte. También hay que recordar que los observatorios del IAC han sido palanca determinante para el espectacular desarrollo de la Astrofísica en España. Son una plataforma de observación polivalente, abierta y muy asequible, con una atmósfera estable, bien conocida y predecible, teniendo además la calidad astronómica de sus cielos protegida por Ley. Constituyen un patrimonio único para la ciencia, y no pueden quedar en entredicho.