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La exposición monográfica sobre la figura de Imeldo Serís podrá ser visitada desde mañana en Santa Cruz de Tenerife

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 13 (EUROPA PRESS)

La Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que preside Ángela Mena, inaugurará mañana miércoles a las 20.30 horas una exposición monográfica sobre la figura de Imeldo Serís-Granier y Blanco, marqués de Villasegura. El acto tendrá lugar en el Museo Municipal de Bellas Artes, situado en la calle José Murphy, 12 de esta capital, donde podrá ser contemplada esta muestra hasta el próximo 9 de enero.

El objetivo de esta iniciativa, según desveló en un comunicado Mena, es “iniciar un ciclo en el que se resalten las principales figuras que ha tenido Santa Cruz con el objetivo de que su trayectoria sea conocida con mayor profundidad por parte de la ciudadanía, así como rescatar la importancia que han tenido esas acciones para la propia historia del municipio”.

La exposición, que podrá ser visitada de martes a viernes entre las 10.00 y las 20.00 horas y los sábados y domingos de 10.00 a 15.00 horas, alberga numerosos objetos personales, como cuadros y mobiliario doméstico, así como documentos originales de la vida de Imeldo Serís-Granier y Blanco, marqués de Villasegura, quien vivió entre 1848 y 1904 y dedicó su dilatada trayectoria política a la defensa de Santa Cruz, de Tenerife y de Canarias.

Su lema era 'por y para Tenerife' y ejerció durante 24 años en la Armada antes de dedicarse a la política. Tras su participación en la 'Guerra de los Diez Años' (1868-1878), Serís se introdujo en los círculos aristocráticos afines a la Corte en el exilio y desempeñó varios cargos como diputado a las Cortes por Tenerife y senador del reino por la provincia de Canarias. También fue jefe de la casa de Su Majestad la Reina Doña Isabel II, en la que acabó ocupando el cargo de secretario particular bajo la condición de gentilhombre de cámara.

Obtuvo numerosas distinciones como la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de San Miguel de Baviera, la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de Nuestro Señor Jesucristo de Portugal, la Cruz de Segunda Clase con Estrella de la Corona de Prusia y también fue comendador de la Legión de Honor de Francia y fue condecorado con la Gran Cruz del Sol Naciente de Persia.

El 15 de noviembre de 1883 se rehabilitó a su favor el título de marqués de Villasegura y Alfonso XII le nombró, además, gentilhombre de cámara con ejercicio.

Serís fue una de las figuras más relevantes del panorama político insular del último cuarto del siglo XIX y principios del XX. Durante su periodo de Senador por Tenerife se construyó la carretera de Candelaria y la que iba de Granadilla a El Médano, se restablecieron los Juzgados de La Laguna y La Orotava, se creó el Colegio de Abogados de Santa Cruz y la instalación del tendido del tranvía con la ciudad de La Laguna y la zona Norte de la isla.

Consiguió la exención de impuestos de los carbones que suministraban los puertos canarios y los aparatos para el funcionamiento de los faros en las islas. Creo la institución que lleva su nombre, donde se establecieron la Escuela de Náutica y la Escuela de Comercio.

En mayo de 1894, Serís pidió al Senado medidas para la defensa de Canarias ante cualquier contingencia bélica, llegando a paralizar un artículo en el que se proponía el trueque del Archipiélago Canario por el Peñón de Gibraltar. Asimismo, reivindicó derechos históricos sobre la franja africana como garantía de protección para las Islas.

Fue notable su defensa a ultranza cuando en 1896 el gobierno español quiso vender en subasta pública el Teide y el resto de terrenos de la cumbre que hoy forman parte del Parque Nacional. Él, Feliciano López y Ricardo Ruiz, diputados también a las Cortes por Tenerife, apoyaron las quejas del Ayuntamiento de La Orotava, que solicitaba la excepción y la reserva de los terrenos mencionados.

Dentro de su política activa en las Cortes también figura la concesión a Santa Cruz de Tenerife del título de 'Muy Benéfica', con la cruz de Primera Clase de la orden civil de Beneficencia, por el ejemplar comportamiento de sus habitantes durante la epidemia de cólera que asoló la ciudad en 1893.

El 16 de noviembre de 1904, a la edad de 56 años, falleció repentinamente en Madrid víctima de una angina de pecho. Su entierro constituyó una gran manifestación de duelo y al mismo acudieron numerosos representantes de la aristocracia, la política, las armas y las letras, así como la colonia canaria residente en Madrid y comisiones de Telégrafos y de la Marina. Sus restos fueron trasladados posteriormente a un mausoleo artístico del cementerio de San Rafael y San Roque hasta su definitivo traslado al Panteón de Hombres Ilustres del cementerio de Santa Lastenia.