El presidente de Alcer Las Palmas, Alejandro Díaz, ha asegurado este miércoles en comisión parlamentaria que es “inhumano” que por razones económicas algunas personas con enfermedad renal crónica carezcan de transporte para acudir a las sesiones de hemodiálisis.
Alejandro Díaz compareció a petición del grupo Popular en la comisión de Discapacidad del Parlamento de Canarias y señaló que cuando se habla de discapacidad lo habitual es pensar en personas con problemas físicos, pero no en quienes tienen problemas orgánicos, como son quienes padecen una enfermedad renal crónica.
La primera queja que hizo Alejandro Díaz está relacionada con el transporte para acudir a las sesiones de hemodiálisis, que suelen durar cuatro horas, pero a ese tiempo hay que sumar la ida, la conexión, la desconexión y el regreso, con lo que suelen pasar siete horas y tres veces por semana.
La mayor parte de las veces esos pacientes no pueden llevar una vida estable, con lo que la mayoría sobrevive con una pensión, y en ocasiones carecen de ella, indicó Alejandro Díaz, quien añadió que con motivo de la crisis económica se ha producido un recorte en el transporte sanitario.
El presidente de Alcer Las Palmas denunció que al aplicar “a rajatabla” el Servicio Canario de la Salud la normativa sólo se tienen en cuenta las causas médicas para dar el servicio de transporte, mientras que se obvian los motivos sociales de los pacientes.
Así, explicó Alejandro Díaz, se han producido casos de personas que apenas ven, carecen de recursos económicos y viven a 40 kilómetros de distancia del centro en el que deben recibir la hemodiálisis, pero como pueden caminar no se les concede el servicio de transporte, algo que calificó de “inhumano”.
El presidente de Alcer Las Palmas criticó que una persona que padece una enfermedad no tiene por qué sufrir desigualdad alguna con respecto a quienes están sanos, y denunció que quienes tienen una enfermedad renal crónica en Canarias tiene menos derechos asistenciales que quienes residen en otras comunidades autónomas.
El transporte debe considerarse inherente al tratamiento, reclamó Alejandro Díaz, quien pidió a los miembros de la comisión parlamentaria que intercedan para que se apliquen criterios sociales y no exclusivamente médicos.
La segunda queja que planteó está relacionada con el derecho que los pacientes tienen a ir de vacaciones a otra isla y recibir hemodiálisis, algo que en muchas ocasiones se niega porque en el lugar al que se va a ir se dice que no hay plaza.
Alejandro Díaz insistió en que no se cumple la ley y reclamó a la comisión parlamentaria que media ante la Consejería de Sanidad del Gobierno canario para que se revierta la situación de “desamparo” y se mostró convencido de que el problema es económico.
La tercera queja, que no es menos importante, se debe a que la enfermedad renal crónica no se cura, de forma que el trasplante es un tratamiento más, junto a la hemodiálisis y a la diálisis peritoneal, explicó.
Alejandro Díaz dijo que cuando alguien recibe un trasplante se cree que esa persona está curada, con lo que se revisa su grado de discapacidad, en ocasiones de forma “escandalosa” porque en ocasiones se coloca por debajo del 33 por ciento.
Pero la enfermedad renal crónica “nos acompañará toda la vida”, insistió Alejandro Díaz, quien pidió a los diputados que inicien una reforma para conseguir cambios en el sistema de baremación del grado de discapacidad.
Alejandro Díaz agradeció el apoyo mostrado por los diputados y recordó que hay más problemas y señaló que en algunos hospitales como el Negrín, en Gran Canaria, la prevención funciona muy bien para detectar casos de esta enfermedad en los centros sanitarios que dependen de él.
Pero en otros hospitales la prevención no funciona tan bien, reconoció el presidente de Alcer Las Palmas, quien abogó porque se potencie el tratamiento de la diálisis peritoneal, que se realiza en casa durante la noche y cada vez es mejor, y señaló que la diálisis on line tiene ventajas sobre la hemodiálisis convencional.
El tratamiento online mejora con creces la hemodiálisis pero en Gran Canaria “llevamos más de un año pendientes” de la firma del Hospital Universitario Doctor Negrín para que la empresa que tiene las máquinas pueda realizar el tratamiento, afirmó.
Además, Alejandro Díaz reconoció que en octubre se reunió con el consejero de Sanidad, Jesús Morera, a quien planteó “estas tres quejas y muchas más”, pero no ha recibido respuesta.