IUC califica a PP y PSOE de “enemigos de la democracia real” por negarse a reformar la legislación electoral

SANTA CRUZ DE TENERIFE, 13 (EUROPA PRESS)

Izquierda Unida Canaria (IUC) ha afirmado que, durante esta semana, PSOE y PP presentarán dos proposiciones de ley en el Congreso para reformar la legislación electoral, renunciando a hacerla más democrática.

Ramón Trujillo, coordinador de IUC en Tenerife, considera en un comunicado que PSOE y PP son “enemigos de la democracia real”, porque con su “tramposa ley electoral” roban parte de su representación democrática a millones de personas. Ahora, “el PSOE y el PP tienen 29 diputados que no les ha dado la ciudadanía”, sino que, gracias a la ley electoral, “se los han robado a otros partidos”.

En esta línea, Trujillo considera que la negativa a democratizar la ley electoral muestra la profunda degradación democrática de los profesionales de la política de uno y otro partido. Pues, según Trujillo, “la amenaza golpista justificó, durante la transición, una ley electoral que distorsionaba la voluntad popular y hoy, sin tal amenaza, se decide mantener una ley antidemocrática”.

Para Trujillo, la ley electoral se hizo contra la izquierda con programa de izquierdas y, por tal motivo, a Izquierda Unida cada diputado le costó siete veces más votos que al PSOE y al PP. Si al PSOE y al PP cada diputado le hubiera costado los mismos votos que a IU, en vez de 169 y 154 diputados, habrían obtenido 23 y 21 respectivamente. “Si uno de esos partidos fuera castigado por la ley electoral, y los demás no, vería cómo le erosionaría el fenómeno del voto útil y tendería a hacerle desaparecer. En tal caso, sí criticarían las trampas que ellos hacen”, dice.

Por último, desde IUC, se afirma que los recortes antisociales no se podrían haber llevado a cabo con una ley electoral que respetara el principio de “una persona, un voto”. “Parece mentira”, concluye Trujillo, “que se apele a la estabilidad para mantener una ley tramposa, cuando hay estados europeos con leyes más proporcionales que la nuestra, son más estables y, sobre todo, dan más calidad de vida a sus ciudadanías que España”. En suma, “se trata de garantizar la estabilidad de los privilegios de los poderes económicos a costa de la democracia”.