El acuerdo previo a la moción de censura que el pasado lunes firmaron ante notario la Agrupación Socialista Gomera (ASG) y los dos concejales de Nueva Canarias (NC) en el ayuntamiento gomero de Valle Gran Rey, para expulsar de la alcaldía al socialista Christopher Marrero, no cumple con los requisitos de la Ley Electoral española. La pertenencia de los dos ediles nacionalistas al mismo grupo del alcalde, el mixto, desde el inicio del mandato, invalida la validez de la moción, según el tenor literal de la norma. Así se deduce del artículo 197 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General que recoge la normativa a aplicar en caso de una moción de censura al alcalde y que detalla un cambio en la mayoría absoluta si alguno de los proponentes “formara o haya formado parte del grupo político municipal al que pertenece el alcalde cuya censura se propone”.
Tanto los dos concejales socialistas como los dos de Nueva Canarias se integraron desde el comienzo de este mandato, en junio de 2019, al constituirse la Corporación, en el mismo grupo, el mixto. Y la Ley Electoral prevé que, en el caso de que “alguno de los proponentes de la moción de censura formara o haya formado parte del grupo político municipal al que pertenece el alcalde cuya censura se propone” (…) “la mayoría exigida” para que prospere la iniciativa “se verá incrementada en el mismo número de concejales que se encuentren en tales circunstancias”. Es decir, en dos.
Los ahora socios (Nueva Canarias y ASG) se encuentran ante una situación complicada porque ambos suman siete votos y serían necesarios ocho para derribar al alcalde, el socialista Cristopher Marrero. Frente a ellos se sitúan los dos miembros del PSOE, partido víctima de la moción, y los dos de Sí Se Puede. El alcalde apartó este miércoles de sus funciones a los dos concejales de NC censurantes, que hasta ahora se encontraban integrados en el grupo de gobierno.
Es de prever que este jueves los dos concejales de NC, Ángel Piñero y Pedro Dorta, presenten formalmente la moción de censura ante el consistorio, después de que el lunes renunciaran a sus competencias dentro del grupo de gobierno al considerar que el panorama político e institucional en Valle Gran Rey “ha empeorado de manera clara respecto a los problemas que afectan al pueblo con una ausencia de decisiones políticas claras y un agravamiento de la inestabilidad del municipio, con el consiguiente descuido y abandono de los barrios y caseríos”. Así quedaba roto el pacto que se formó el 15 de junio del pasado año entre PSOE, NC y Sí Se Puede y que situó a Marrero como alcalde del municipio.
Salvo que el secretario municipal invalide la moción por contravenir lo previsto en la Ley Electoral o el alcalde y su grupo de gobierno interpongan un recurso contencioso-administrativo con medidas cautelares, la moción de censura de Valle Gran Rey deberá debatirse el 13 de agosto. El nacionalista Ángel Piñero lidera el acuerdo para la alcaldía tras haber pasado por un mandato previamente apoyado por la ASG, pero más tarde fracturado, y por un gobierno en minoría en 2019.
El actual alcalde, el socialista Cristopher Marrero, fue expulsado del PSOE por votarse a sí mismo en la constitución de la Corporación en 2019 y no apoyar al candidato de la Agrupación Socialista Gomera con la que su partido pactaba en aquellas fechas la formación del Gobierno regional que preside el secretario general, Ángel Víctor Torres. Junto a Marrero, corrió igual suerte la otra concejala del mismo partido, Sabina Rodríguez, hasta que la justicia les dio la razón y fueron reintegrados a la militancia socialista.
Ahora ha sido una escaramuza de su socio, Nueva Canarias, el que vuelve a poner la alcaldía de Cristopher Marrero en el alero. Si salva este nuevo contratiempo podrá seguir al frente de la Corporación, pero gobernando en minoría con Sí se Puede (dos concejales) frente a Nueva Canarias y la ASG del todopoderoso Casimiro Curbelo.