El consejero de Sanidad, el socialista Jesús Morera, ha anunciado en el Parlamento de Canarias que “ya está avanzado” el estudio para “revertir el próximo año al Servicio Canario de Salud, la prestación de medicina nuclear del Hospital Doctor Negrín” de Las Palmas de Gran Canaria, y que su empeño para esta legislatura es hacer lo propio con el máximo de los servicios de hospitalización o la resonancia magnética que hoy están siendo prestados por la sanidad privada concertada.
Morera, que ha recordado que algunos conciertos entre clínicas privadas y el SCS tienen 35 años de vigencia, ha insistido en que su empeño es revisar el máximo de los servicios posibles, con el fin de lograr “mejores precios y servicios”.
Asimismo, ha recordado que “desde el principio colgamos todos los conciertos en la págia web” para que los mismos fuesen públicos y conocidos por la ciudadanía, en línea con su actuación de “adecuar el marco contractual para prestar los servicios sanitarios a los principios de transparencia, concurrencia y publicidad”.
Morera explicó que entre estos figuran los servicios de hospitalización, que implican un importante volumen económico y trascendencia social, y recordó que hay conciertos firmados entre clínicas privadas y el Insalud con más de 35 años de vigencia.
Así respondió el consejero a la presidenta del grupo parlamentario Socialista, Dolores Corujo, quien alabó que uno de los principios rectores de la Consejería de Sanidad (recuperada por el PSOE después de dos décadas) sea “racionalizar los conciertos para garantizar que no se destine ni un euro mas de lo estrictamente necesario y que las necesidades las marque el Gobierno y no el sector privado”.
“El uso de los conciertos debe está justificado”, insistió Corujo, que también incidió en que la política llevada a cabo por Morera respecto a los conciertos sanitarios “ya le han granjeado críticas de las empresas privadas”.
“No es casualidad la cantidad de recetas mágicas que han salido estos días para acabar con las listas de espera cuando lo que buscan es es minar la credibilidad de la tarea que está desarrollando al revisar cada concierto suscrito”, concluyó.