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Pacto CC-PP: límite 48 horas

El Comité Permanente Nacional de Coalición Canaria (CC) reunido este lunes con la asistencia del propio presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, no ha logrado desbloquear la situación de impasse en la que está instalada la negociación para llegar a un acuerdo de gobernabilidad con el Partido Popular (PP) para lo que resta de legislatura.

A dos días de que se cumpla el ultimatum dado por el PP (la celebración de la última sesión del pleno parlamentario el 19 de julio), oficialmente, y así lo hará saber la secretaria de Organización, Guadalupe González, en sus declaraciones ante los medios de comunicación en la mañana del martes, 18 de julio, no hay avances porque “el escollo más serio sigue siendo la pretensión del PP de acometer una bajada lineal del IGIC”, según las fuentes consultadas por Canarias Ahora.

Por tanto, los nacionalistas siguen intentando “no adoptar ningún acuerdo sin estudiar previamente su posible repercusión en los ingresos propios de la Comunidad Autónoma” y, a la vez, atajar el daño colateral que han supuesto las enmiendas de los conservadores presentadas al crédito extraordinario que se debe aprobar el mismo 19 de julio, para lo que se ha mandatado a su portavoz, José Miguel Ruano, a “negociar con todos los portavoces, no solo con el PP, las modificaciones que pueden ser consensuadas”.

Por tanto, y también oficialmente, tampoco este lunes el máximo órgano de dirección de CC ha entrado a hablar de la consejerías que deberían ser cedidas al PP, aunque las fuentes consultadas mantienen no solo todo lo contrario sino que éste es el verdadero escollo que impide avanzar.

Problemas con Rodríguez y Quintero

Con la Vicepresidencia y la consejería de Turismo (al parecer, Cultura quedaría en manos directas de Clavijo, como en su momento quedó en manos de Paulino Rivero el departamento de Turismo) no parece haber problemas, que sí se suscitan cuando el vigente vicepresidente, Pablo Rodríguez, se ha negado en rotundo a ceder también Obras Públicas y Transporte, departamentos que él mismo dirige al considerar no solo que su peso en el Ejecutivo caería en picado, sino su proyección como nuevo líder de los nacionalistas en Gran Canaria.

La postura en este sentido es que, o se cede un departamento u otro, pero no ambos, máxime cuando los conservadores también designarían al presidente de la Autoridad Porturaria de Las Palmas.

Un encontronazo que se une al de otorgar Agricultura, Ganadería y Pesca, en manos ahora de la cuota herreña que protagoniza Narvay Quintero y que, de ser cedida a los conservadores, supondría la necesidad de reorganizar todo el sistema de equilibrios territoriales con los que CC ha diseñado el Gobierno regional.

Y aunque en principio tampoco parece que José Miguel Barragán ponga reparos a desprenderse de Presidencia y Justicia, el enrocamiento del también secretario general de CC está en no darle cuatro consejerías a sus futuros socios a menos que puedan entrecruzarse altos cargos para recomponer el roto territorial que supondrá el nuevo organigrama.

Mientras los nacionalistas debaten sus problemas internos, desde el PP se asegura que no se rechaza ajustar a una baja gradual en el tramo autonómico del IRPF y en otros sectores concretos, pero que “estamos en la cuenta atrás” que culmina el 19 de julio.

Tic, tac, tic, tac.