El Parlamento de Canarias ha decidido, por unanimidad, mandatar a la Consejería de Economía para que realice un “estudio específico” para determinar los “sobrecostes de la doble insularidad” (triple insularidad, ya que se admitió una enmienda de CC para incluir a La Graciosa) con el fin de que la “redacción definitiva” del nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF) contemple “de forma expresa un estatuto jurídico singular de las islas no capitalinas y las medidas estructurales destinadas a compensarlas”.
Mientras se elabora ese estudio, y a propuesta del Grupo Socialista, todos los grupos parlamentarios instan de forma no vinculante al Gobierno de Canarias para “asumir como principio rector de su política la solaridad” consagrada en el artículo 138 de la Constitución, para lo que debe “llevar a cabo políticas destinadas a los territorios más desfavorecidos de Canarias”.
Un texto que, tal y como ha sido aprobado, viene a reconocer que hasta ahora, con más de un cuarto de siglo de democracia a las espaldas, ningún Ejecutivo regional ha gobernado mirando más allá de Gran Canaria y Tenerife.
Este es el tenor literal de la iniciativa que ha defendido en el hemiciclo el líder de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), Casimiro Curbelo, que se ha alzado en la tribuna como el valedor de “los más necesitados de Canarias, los más olvidados, los doblemente marginados, porque tienen menos recursos poblacionales y económicos y menos influencia política”.
“Si para el Gobierno de Canarias resulta fundamental conseguir un estatuto permanente dentro del Estado español para Canarias, resulta igualmente relevante conseguir que por parte de la Comunidad Autónoma se reconozcan de forma permanente y jurídicamente sólida los costos derivados de la doble insularidad y las compensaciones correspondientes”, afirmó Curbelo.
Más que dos islas
El líder de ASG, que afirmó que “Canarias no puede practicar el mismo centralismo que denuncia ante Madrid”, ha insistido en que “las dos grandes, Gran Canaria y Tenerife, discuten de sus puertos y aeropuertos, de sus carreteras, pero Canarias no son solo dos islas”.
Curbelo ha sido respaldado en la totalidad de su discurso por el portavoz y líder de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez, quien ha entonado un 'mea culpa' colectivo por entender que “no hemos definido la construcción del espacio nacional de Canarias”.
Asimismo, ha reivindicado no solamente la “cohesión territorial” en una Comunidad Autónoma fragmentada como la canaria, sino la “cohesión social y económica” entre las distintas islas. E, incluso, ha ido más allá que el propio Curbelo al proponer que “con todos los análisis, deberíamos hacer una norma nuestra, una Ley Canaria para los territorios menos poblados, una especie de REF específico para las islas no capitalinas”.
Más escéptico se mostraron desde Podemos, no por el tenor de la iniciativa que apoyaron, sino por entender que “las compensaciones existen”, pero “no se sabe donde están”.
“En La Gomera se importan hasta las lechugas ¿Por qué no se apoya la producción?”, dijo Francisco Déniz antes de considerar que “ese estudio” sobre la doble insularidad “debería analizar el itinerario de las subvenciones, para saber donde van”.