El Parlamento de Canarias acogió este lunes, dentro de las jornadas de debate Parlamento y Sociedad, un homenaje público e institucional a la figura del profesor Juan Marichal, cuatro meses después de su fallecimiento. El intelectual tinerfeño, que fue Premio Canarias de Literatura en 1987, será recordado por toda una vida de “valentía intelectual”.
En la ciudad donde nació y aprendió las primeras letras, un conjunto de expertos y admiradores de su figura (tales como su biógrafa, Julia Rodríguez; el director adjunto del periódico El País, Juan Cruz; o el viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Alberto Delgado) destacaron su aportación de “tanta luz y tanta razón sobre nuestro doloroso pasado”.
Durante el acto se recordaron tanto su “contribución capital a la historiografía contemporánea” como sus “sólidas denuncias” contra los lastres de “la convivencia y el progreso”, avances que permitirán, a juicio del presidente de la Cámara autonómica, Antonio Castro, evitar “repetir viejos errores” y “perder el valor insustituible de la tolerancia”.
Tras estas primeras reflexiones, Castro dio paso a los siguientes expertos en su figura no sin antes resaltar a quien consideró como uno de los intelectuales isleños con mayor proyección internacional del siglo XX, del que matizó que se vio “forzado a ejercer sus saberes y valores desde el exilio”. De él destacó, entre otras iniciativas, su rescate de “la memoria atropellada y omitida” de personalidades como Manuel Azaña y Juan Negrín.
Por su parte, Julia Rodríguez, periodista y profesora de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), destacó el “gran privilegio” que tuvo al tener a Marichal como profesor en la que, precisamente, se convirtió en la última tesis dirigida por el historiador.
Su última alumna mostró fotos la infancia de Marichal, nacido en 1922, así como del exilio, e hizo hincapié en el amor que este canario sentía por su tierra, a pesar de vivir sólo 13 años de su infancia en Tenerife, suficientes para que Canarias “siempre estuviera presente en su vida”. De hecho, la también profesora compartió con los presentes pensamientos del mismo profesor quien, años atrás, afirmó que “ser canario es ser una persona abierta al mundo”.
Para ella, que tuvo la “suerte” de conocerle, Marichal fue, sobre todo, una persona liberal “más allá de toda ideología política”, e intelectual, porque “todo su quehacer estuvo marcado por el ansia de saber”.
En el exilio
Por su parte, Juan Cruz destacó especialmente su vida en el exilio y cómo mantuvo siempre, a pesar de las diferentes circunstancias a las que se enfrentó a través de los años, su interés por “aprender más”. De hecho, en el homenaje se prestó especial atención a los momentos más duros de su vida que, inevitablemente, marcaron a este intelectual, entre los que se incluye, sin duda, la pérdida de su hijo. Sobre todos los demás méritos, para Cruz, Marichal fue “un estudiante” toda su vida que, además, “tuvo el valor de no perder la raíz de su esperanza”.
El vicepresidente de la Fundación Juan Negrín, Eligio Hernández, destacó que a Marichal “se le ha hecho justicia en vida” a través de medallas de oro como las de Bellas Artes o la de Tenerife, entre otros galardones, a los que se suman las “honras” del pueblo canario al reconocer su figura intelectual como la de “uno de sus hijos más ilustres”.
La nieta de Juan Negrín, Carmen Negrín, conoció hace 40 años a Marichal en París. Recuerda especialmente su “sencillez de gran hombre” y sus ansias de conocer más datos sobre su abuelo.
Más homenajes
Durante el acto, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife anunció que próximamente se acentuará el recuerdo de “tan ilustre hijo de la capital” con la colocación, en su casa natal, de una placa conmemorativa que recuerde su meritoria labor.
Y es que Canarias “se siente orgullosa de él”, aseguró la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Milagros Luis Brito, quien alabó su trayectoria y recordó que fue el propio presidente regional, Paulino Rivero, quien encargó un estudio y la recuperación de la obra del intelectual que “ha contribuido a mejorar lo que ahora somos en Canarias”.
Por último, Castro cerró el acto recordando “el inmenso honor” que ha sido, para él, presidir este acto de homenaje civil en el Parlamento.