La playa de Maspalomas, ubicada dentro del término municipal de San Bartolomé de Tirajana, al sur de Gran Canaria, pierde un total de 44.000 metros cúbicos de arena cada año, según confirmó este miércoles el gerente del Consorcio para la recuperación del sur de la Isla, José Fernández, tras mantener una reunión con el presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, Ángel Luis Tadeo, quien le expuso un plan de acciones que la institución considera prioritarias para la renovación del municipio sureño.
De esta manera, Fernández indicó que la evolución de las dunas de Maspalomas ha sido perfectamente diagnosticada por los mejores especialistas del mundo, verificando que la playa pierde 44.000 metros cúbicos de arena al año. Esta evolución significará la presencia de períodos cada vez más largos y frecuentes de piedra.
Según el gerente del Consorcio, se trata de una dinámica natural, pero aseguró que se podría forzar, de manera artificial, el mantenimiento de las dunas, “a través de aportaciones de arena y cortes del flujo en las zonas por las que se sabe que ésta se está perdiendo”.
No obstante, la Cámara de Comercio de Las Palmas ha abogado por comenzar, de manera inmediata, con pruebas que permitan dar con la manera de conseguir su conservación y contar permanentemente, con un asesoramiento científico, a la hora de llevar a cabo cualquier actuación en la playa, como la organización de servicios de limpieza y de vigilancia o el establecimiento de senderos flotantes, que permitan a los turistas disfrutar de las dunas sin perjudicarlas.
Por su parte, durante la reunión entre Tadeo y Fernández, a la que también asistió el presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara, Jaime Bouzón, y otros miembros de ésta, Tadeo indicó que lo más importante, y que reviste la máxima importancia, “es mejorar la Playa del Inglés y de Maspalomas, y atacar la pérdida de arena de las dunas, ya que constituye una grave amenaza para la actividad turística”.
En este sentido, la Comisión de Turismo apuntó hacia otras actuaciones también necesarias en las playas, como sacar los quioscos en concesión, primando los proyectos de calidad y tomando en consideración la profesionalidad y experiencia del concesionario, así como la adecuación del proyecto a las líneas maestras de la estrategia turística diseñada.
“Reducir el número de hamacas y sombrillas ofrecidas en un 50% y ubicarlas en los extremos de las playas, dejando libre la zona de mayor sensibilidad dunar, dejando este servicio de alquiler en manos de profesionales con conocimiento de idiomas y técnicas de socorrismo”, fue otra de las propuestas.
Preocupación por la seguridad
El presidente de la Cámara también expresó al gerente del Consorcio su preocupación por la vigilancia y la seguridad de la zona turística, por la proliferación de vendedores ambulantes y ticketeros que “perjudican la actividad del sector”, y por la difícil accesibilidad a ciertos espacios de la zona turística.
Asimismo, Fernández informó de que la intención es que el Consorcio funcione “como un ente local especializado en la ciudad turística, por lo que intentará ir captando competencias transferibles o encomiendas de gestión de otras administraciones, que se necesiten para asegurar la buena marcha de la actividad”. Aunque advirtió de que se tratará de un proceso que llevará su desarrollo.
También aclaró que la dotación presupuestaria del consorcio es una cantidad que han invertido las cuatro administraciones para permitir su puesta en marcha e iniciar la renovación del municipio, “pero que a ésta se le sumará la cantidad que se destine al consorcio con cargo a los presupuestos de 2009 y que, en un futuro, se pretende atraer la iniciativa privada, así como desarrollar fuentes de autofinanciación, para poder afrontar obras de envergadura”.