Tras una reunión del Comité Ejecutivo Regional del PP en que se analizaron los resultados electorales del pasado domingo y el retroceso en decenas de miles de votos que experimentó su partido, el presidente de los populares en el Archipiélago, José Manuel Soria, negó la posibilidad de apoyar a los nacionalistas.
Pese a la pérdida del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, donde su mayoría absoluta se trasladó a las filas del Partido Socialista, del Cabildo de la isla, merced al anunciado pacto entre PSC y Nueva Canarias, y la caída del número de diputados regionales, de 17 a 15, Soria no se plantea dimitir, por “si alguien se había hecho ilusiones”. Más aún, “lamento decirle que no”, ironizó Soria tras asegurar que, en calidad de presidente regional del partido, asume la responsabilidad del retroceso en votos, como “de todo lo que ocurre en el PP en Canarias”, para dejar así claro que ningún responsable político perderá su cargo en la organización a consecuencia de lo ocurrido.
En esa línea, Soria negó específicamente que interprete el descenso de apoyo electoral como un fracaso personal y bromeó incluso cuando se le cuestionó si pensaba dimitir, llegando a preguntar el significado de esa palabra y añadiendo, tras un tira y afloja: “¿Marcharme? ¡No!” Al tiempo, se mostró dispuesto a pasar los próximos cuatro años sin tener personalmente responsabilidades de gobierno en ninguna institución de Canarias, señalando que “en la oposición no se está tan mal”.
Afeó, en cualquier caso, las formas al PSC-PSOE por no resignarse a hacer lo mismo en el Cabildo de Gran Canaria. Corporación donde reclamó para sí la legitimidad de la Presidencia porque la ley electoral prevé que la tenga directamente la candidatura más votada tenga o no mayoría en el Pleno, aun a pesar de que populares y socialistas lograron el mismo número de consejeros, 12 en ambos casos, y los primeros sólo aventajaron algo al PSC en número de votos: 136.502 frente a 132.767.
Desde esa diferencia de votos, criticó que los socialistas hayan anunciado ya que le apartarán de la Presidencia del Cabildo mediante otra fórmula que el propio Soria reconoció que es igualmente legal: presentarle una moción de censura cuando se proclame presidente y dar el cargo al PSC con el respaldo de los 4 consejeros que completan el Pleno, representantes del partido Nueva Canarias. Al hacer eso, los socialistas “dicen una cosa y la contraria”, puesto que, a la vez que respaldan esa moción de censura, han cuestionado la legitimidad de un hipotético pacto en el Parlamento de Canarias entre PP y CC, con 15 y 19 diputados, respectivamente, para apartar de la Presidencia del Gobierno Autónomo al PSC, la formación más votada y que consiguió 26 escaños.
En todo caso, José Manuel Soria, que avanzó que la única consecuencia que en el seno del PP tendrá su retroceso electoral en Canarias será que aumentarán sus cargos internos, pero sin quitar a ninguno de los actuales, insistió en estar dispuesto a resignarse y pasar esta legislatura relegado a labores de oposición. Algo que dijo que asumirá, “en principio”, no sólo en el Parlamento de Canarias, sino también en el Cabildo de Gran Canaria, que gobernó los últimos cuatro años con mayoría absoluta.