El Grupo Popular no se resigna a que el recorrido de su plan de choque fiscal muriera el pasado 9 de octubre, cuando el resto de la Cámara votó en contra de su propuesta para rebajar el IRPF al 95% por ciento de los canarios y mantener el gravamen del 22,58% a las rentas más altas.
Sin embargo, y a tenor de lo sucedido durante el debate mantenido entre el consejero de Economía y Hacienda, Javier González Ortiz, y el portavoz económico de los conservadores, Jorge Rodríguez, nada ha cambiado para hacer pensar que el PP vaya a tener éxito mes y medio después de su primer intento.
Rodríguez, que hoy ha expuesto sus argumentos antes de anunciar que en el próximo pleno se debatirá un moción sobre su propuesta de reforma fiscal, insistió en que Canarias tiene una carga impositiva por encima de la media, lo que crea una “brecha tributaria con el resto de los ciudadanos españoles que penaliza a los canarios”.
Un planteamiento calificado de “falso” por González Ortiz, que admitió la existencia de esa brecha, pero que es favorable para los residentes canarios: “el tipo general del IVA es del 21 por ciento y el tipo general del IGIC es del 7 por ciento”.
Pero además, el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales está gravado en Canarias con el 6,5 por ciento, “muy lejos del tipo impositivos del 10 y el 11 por ciento aplicado en aquellas comunidades autónomas donde gobierna el PP”.
El consejero también recordó que es en Canarias donde se paga una menor tributación por Actos Jurídicos Documentados (0,75 por ciento frente al 1,5 por ciento).
Frívola modificación fiscal
Frente a estos argumentos, Rodríguez ha insistido en que frente a la “frívola modificación fiscal” llevada a cabo por el Ejecutivo regional en los Presupuestos de 2015, “la nuesta favorece a las rentas medias y bajas y habrá más dinero para el bolsillo de los canarios”.
“No es admisible que un canario pague más impuestos porque así se nos imposibilita competir”, insistió el portavoz del PP.
En síntesis, el PP propone aplicar desde el 1 de enero de 2015 la rebaja de los tipos general y reducido del IGIC (no así el de lujo, que se mantendría), reducir los tipos del tramo autonómico del IRPF que gravan las rentas bajas y medias, rebajar el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y restablecer de la bonificación plena del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Solo las rentas más altas, aquellas superiores a 53.407 euros anuales, mantendrían su vigente tributación (22,58%) en Canarias. El resto de ingresos verían rebajados sus gravámenes entre un 0,5% y un 1 por ciento desde el 1 de enero de 2015.
“Digan lo que digan, a ustedes solo les preocupa los que más tienen”, concluyó González Ortiz.