“Esta vez sí va a ser”. Un entusiasmado Ángel Víctor Torres se mostró este lunes ante los periodistas como el seguro próximo presidente de la Comunidad Autónoma de Canarias gracias a su holgada victoria (25 diputados) en las elecciones de este domingo frente a Coalición Canaria (20) y sus 26 años de gobiernos ininterrumpidos. Torres reiteró en numerosas ocasiones que lo que los electores han escogido es a un partido que ha de encabezar “el cambio político en Canarias”, lo que cabría interpretar que a priori está descartado un acuerdo con los nacionalistas: “No está ni en mi cabeza ni en la de mi Ejecutiva”, enfatizó.
En ese movimiento hacia el cambio político, el virtual presidente no descartó a ninguna fuerza política, ni a las de la izquierda (Nueva Canarias y Podemos), con los que no se alcanzarían los necesarios 36 diputados a falta de dos, ni hacia el Partido Popular (11) con el que sumaría exactamente esa cifra. Todo ello sin necesidad de contar con los tres escaños de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), de Casimiro Curbelo.
Torres tiene previsto hablar con todos y, por supuesto, ser el candidato que tome la iniciativa, “como manda la norma institucional”. A las demás fuerzas políticas les pedirá “trabajar juntos para que el cambio sea posible” porque “hay fuerzas que apoyando o absteniéndose pueden propiciar el cambio en Canarias”.
Entre ellas resaltó el hecho de que el PSOE y el PP sumen justo 36 diputados, una combinación que podría traducirse no solo en un pacto de legislatura regional, sino que el PP cediera la presidencia de los cabildos de La Palma y Tenerife, e incluso en el de Gran Canaria en una hipotética ruptura de los socialistas con su actual socio en esa Corporación, Nueva Canarias.
Asier Antona, presidente regional del PP, ya ofreció a Torres un acuerdo así incluso antes de la reciente campaña electoral sabedor de que sería bien recibido por la militancia socialista en Tenerife, aunque con reticencias en la de Gran Canaria. Pero es una opción que el secretario general del PSOE no descartó en absoluto este lunes en su comparecencia ante la prensa.
Ese acuerdo potenciaría el poder local del PSOE, que en estas elecciones vio incrementar notablemente su número de concejales y de gobiernos municipales, entre ellos 16 con mayoría absoluta gracias a 415 concejales, 40 más que en 2015, como resaltó Ángel Víctor Torres. Tanto poder local que llevarán a los socialistas a revalidar la presidencia de la Federación Canaria de Municipios (Fecam).
El PSOE, además, se hará de modo automático con la presidencia de los cabildos de Lanzarote y de El Hierro, desbancando respectivamente a CC y a su socio herreño, la AHI.
Pero el nuevo escenario que se ha abierto en Madrid con la pérdida de poder institucional de Unidas Podemos y su escasa influencia en gobiernos autonómicos progresistas podría desembocar en que las dos diputadas de Coalición Canaria sirvan a Pedro Sánchez para sumar los 174 votos necesarios para su investidura. La cifra mágica de 176 ha quedado reducida a esa otra tras la suspensión de los diputados en prisión preventiva juzgados en el Tribunal Supremo. Solo una exigencia de Ferraz haría que Torres abandonara la senda del cambio que ha venido defendiendo y se viera obligado a sentarse a negociar con Fernando Clavijo.