El PSOE acusa al delegado del Gobierno de entorpecer la salida de González Arroyo
La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de La Oliva, Rosa Fernández, ha acusado este martes al delegado de Gobierno en Canarias, Enrique Hernández Bento, de entorpecer la resolución de la Junta Electoral Central, que ya emitió una resolución que inhabilita al exalcalde Domingo González Arroyo.
La dirigente socialista ha señalado, en un comunicado, que desde el momento en el que llegó la credencial del nuevo concejal del PP Majo, Rafael Benítez, el pasado 17 de diciembre al Consistorio de La Oliva eso suponía la inhabilitación de Domingo González Arroyo.
Fernández se pregunta quién es “la mano que mece la cuna” en la Delegación de Gobierno, y cómo es posible que ahora pida a la secretaria del Ayuntamiento que certifique si Pedro Amador es el alcalde en funciones, así como la copia de su cese si lo hubiera, además de la copia del orden del día del pleno en el que la Corporación se dio por enterada de la resolución de la Junta Electoral.
Para la portavoz socialista es “inadmisible” este comportamiento por parte de la Delegación de Gobierno, al poner en duda los hechos y “mostrarse claramente a favor del exalcalde” y ha pedido que “ejerza sus funciones y no anteponga sus responsabilidades a sus amistades”.
Fernández ha insistido en que el pleno celebrado este lunes es “nulo de pleno derecho” y ha recordado que se habilitó a una funcionaria para que ejerciera como secretaria y, aún así, “le meten más presión cuando saben que está de baja y es la única que se ha mantenido en su lugar”.
A su juicio, es “una estrategia para dilatar el proceso”, y ha subrayado que González Arroyo “ya no es alcalde” y que el pleno extraordinario celebrdo este lunes “no ha salvado los más de 3 millones de euros de las subvenciones”.
Además, la socialista sigue sin comprender el motivo por el que el alcalde en funciones, Pedro Amador, no ha convocado un pleno para la elección de nuevo regidor y de toma de posesión del nuevo concejal del PP Majo, por lo que le recrimina “su pasividad e inactividad” en una situación “tan delicada” como la que atraviesa La Oliva