SANTA CRUZ DE TENERIFE, 8 (EUROPA PRESS)
El candidato al Cabildo de Tenerife por Alternativa Sí se Puede, Fernando Sabaté, se ha comprometido a crear al menos 2.000 empleos en la isla mediante el impulso de las energías renovables, de ahí que haya considerado prioritario que se elabore un nuevo Plan Energético de Canarias (Pecan) adaptado a la previsible crisis energética internacional y que permita aprovechar los recursos del archipiélago en energías limpias.
A través de una nota de prensa, Fernando Sabaté ha señalado que Canarias se gasta cada año unos 3.000 millones de euros en importar petróleo y además el Gobierno central abona otros 1.000 millones para cubrir el sobrecosto energético del archipiélago. “Con verdadera voluntad política podemos destinar parte de estos fondos a lograr que en Canarias se establezca un modelo basado en renovables, que genere un importantísimo beneficio ambiental, social y económico”, apuntilló.
En este sentido, el candidato de Sí se Puede ha indicado que su formación rechaza la implantación del gas natural, toda vez que se trata de “una falsa alternativa, sucia y dependiente de empresas multinacionales, que sólo va a retrasar la imprescindible expansión de las energías limpias, duraderas y autóctonas”.
Según Sabaté, “es viable que en los próximos cuatro años se generen al menos 2.000 puestos de trabajo en Tenerife vinculados a las energías renovables”. Para ello, Sí se Puede propone poner en marcha planes formativos en este sector que preparen a trabajadores y técnicos en renovables; la instalación de una red insular de centrales hidroeólicas en espacios adecuados que supla a las actuales centrales térmicas; adaptar las funciones y la orientación investigadoras de entidades como el ITER y el ITC hacia un modelo orientado hacia la economía productiva y sostenible, con la participación de las universidades y los agentes económicos y sociales, conformando un cluster de investigación.
Asimismo, desde Sí se Puede consideran prioritario establecer una campaña institucional, empezando por la propia Administración, que permita ahorrar hasta un 30 por ciento de la factura energética en los próximos cuatro años, así como implantar de forma intensiva techos fotovoltaicos sobre cubiertas de superficies industriales, escolares, edificios públicos y privados.