La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha decidido aumentar en alrededor de un 15% las tarifas que deben abonar las embarcaciones por el suministro de agua con el fin de compensar el gasto de casi siete millones de euros que desembolsa anualmente a Emmasa, empresa concesionaria de este servicio en Santa Cruz.
Con todo ello desde el día de hoy, por ejemplo, el precio por metro cúbico pasa de los anteriores 2,97 euros a 3,45 mientras que si el suministro se realiza desde el aljibe el incremento irá de 6,97 euros a 7,43. Sin embargo, en caso de que el servicio se preste fuera del horario establecido, que abarca de las 08.00 a las 16.00 horas, se aplicará un recargo del 25%.
Precisamente, el organismo estatal decidió hace algunos meses interponer ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) un recurso contra los continuos incrementos de las tarifas que ha experimentado este servicio en Santa Cruz desde que fue privatizado y que ya alcanza el 20% en apenas seis años. Pero además, el presidente de Puertos, Pedro Rodríguez Zaragoza, ha venido insistiendo ante la Corporación local en la necesidad de poner en marcha una tarifa especial dado que en la actualidad tienen que pagar lo mismo que un abonado santacrucero.
Aunque en principio se había alcanzado un acuerdo con el alcalde, José Manuel Bermúdez, para establecer algún tipo de bonificación, finalmente éste no se ha materializado, por lo que la Autoridad Portuaria optó por acudir a los tribunales y proceder ahora a subir las tarifas que no actualizaba desde el año 2010. En anteriores mandatos se aplicó una tarifa especial para la Autoridad Portuaria que alcanzaba los 1,80 euros por metro cúbico con el fin de que el organismo estatal pudiese competir con otras instalaciones portuarias al ofrecer un precio barato a los barcos que requerían este suministro. Sin embargo, el Ayuntamiento alega ahora que esta bonificación se ha tenido que eliminar porque no estaba prevista en la correspondiente ordenanza, y que por lo tanto no existe sustento legal alguno para mantenerla.
Estos precios tan elevados dan lugar, por ejemplo, a que algunos cruceros se nieguen a abastecerse en el puerto de Santa Cruz, pese a que estas embarcaciones suelen tener una demanda de cerca de 30 toneladas de aguas.
En estos momentos es la propia Autoridad Portuaria la que instala y lee los contadores y mantiene las tuberías, y además si alguna empresa no paga, esta entidad asume la deuda. También si se produce alguna pérdida, se responsabiliza de la misma, lo que supone un ahorro para Emmasa. El principio de acuerdo en la aplicación de una tarifa reducida para el Puerto de Santa Cruz de Tenerife buscaba que pudiese competir con otras instalaciones portuarias al ofrecer un precio barato a los barcos que piden agua ya que se dan casos de embarcaciones que prefieren abastecerse en otros puntos.
El acuerdo se enmarcó en una negociación global que incluía la apertura a la ciudadanía de espacios que hasta entonces sólo habían tenido uso portuario como la Dársena de Los Llanos o una renegociación del pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por el que Puertos adeuda a la capital cantidades millonarias.